¿Y si
a uno se le da por atribuir
sensatez
y rebaño cultivado
a los allí reunidos,
higos en mayoría,
inherencia del dinero
y carga de las rentas
como lo veían los fisiócratas,
no sería
un anfiteatro
muy o poco creíble
conforme
el orden natural
de las necesidades?
¿Y si,
en cuanto recurrente oro,
su color de espuma
o rojo armenio,
se completa la duda
con aquello
de "Clase productiva",
"Clase propietaria"
y "Clase estéril",
no se estaría forzando
el registro más elevado
del precio del sándalo
en los mercados orientales
sin consecuencias
de reparto y garantía?
¿Y dónde
la exquisita floración
plumosa
con ese tono
rojillo de crustáceo marino
calcinado por el sol?
¿Quién lo sabe
sino el cálculo
el arte y oficio
del cotizado aceite
que atraviesa el desierto
a lomo de camello
y se evapora
cuando toca
el valor venal
no como moneda
tal
vez
efecto u objeto?
- Inédito -
De "Vitoreando a Codovilla"
En preparación.
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