lunes, 29 de septiembre de 2025

Carlos de Rokha .(Carlos Díaz Anabalón, Valparaíso, Chile, 17 de octubre de 1920 - Santiago, 29 de septiembre de 1962)

 

 

Puede ser una imagen de 1 persona y texto 

 

 

A LA LLEGADA DE LAS HORDAS 

 

Mi gran furor que os dará la medida
de mi cólera.
En fuga al centro de mí y hacia mi ser
en lo profético desencadenado.
Mi pasión por la noche, mi clarividencia.
De poseso coronado por Orfeo y la Bella.
Me hacen más libre, y a la vez, más dichoso
y más múltiple.
Que vosotros que todo lo tenéis.
Que vosotros oh corsarios blancos.
Oh, hijos de un cielo que habéis adquirido
al menor precio.
A quienes nunca he visto jugarse una última carta.
Como quien juega su cabellera a las aguas envenenadas.
En el supremo juego donde el que pierde
es el gran victorioso.
¿No os espanta mi lengua de animal solitario?
¿O no es a vosotros a quienes ciega
mi ojo centelleante como un vasto océano?
Temedme. Alejaos de mí.
Soy el monstruo sagrado, el asesino celestial y benigno.
Aquel que jamás tuvo nada, pero aún así
Su inaudita riqueza sobrepasa a la vuestra.
Porque yo hice mío lo desconocido.
Yo he tocado los límites del infinito.
Y, por último, sabedlo!
Vosotros, que alardeáis de santidad y pureza.
Nunca estaréis tan cerca de Dios como yo.
Que soy la otra cara de Él.
Que soy la eternidad que revive
en un hombre.
Que soy una edad desconocida.
Avanzando de himno en himno, de conjuro
en conjuro.
Hacia el centro de mi corazón.
Hacia los mundos puros, los mundos malditos, los mundos negados.
Donde he llegado a ser
Un titán bronceado por los sueños
Y que marcha, sí, que marcha.
Abrazado a su abismo como a un postrer anhelo.
 
.

(Fuente: Grover González Gallardo Poesía)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario