De hechos extraños
ejemplo, las llaves, un libro, el control remoto.
O una cuchara. Estoy haciendo empanadas. Pongo relleno en una tapa
y dejo la cuchara a un costado para hacer el repulgue. Tomo otra tapa.
La cuchara no está más. Desapareció.
Ya no acepto las explicaciones racionales: descuido, distracción,
confusiones de la memoria. Me animo a jurar que existe una raza de
seres diminutos o invisibles que se llevan las cosas a otro plano: Los
Abductores de Bienes.
¿Para qué lo hacen? Acaso para estudiarlas (¿para qué estudiarían
una cuchara?). Generalmente las devuelven, pero jamás las ponen
donde uno las había dejado. Pero a veces, ¡ay…!, las abducen para
siempre.
Y la ciencia, siempre terca, se niega a admitir la respuesta.
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