Lengua muerta
Tienen las palabras
un peso y un sentido
pactado en una junta
de señores
notables.
Digo “señores”
con “e”
cuando tendría
-soy de Sagitario
me importa la
justicia-
que escribirlo con
“o”.
¿Te resulta pueril
la discusión que se
abre
si pensamos la
lengua
con gestos de madre?
Mi madre está
muerta
y fue dura conmigo.
Hay madres que
castigan
con amor,
otras con ausencia.
De tanto aceptar
me duele la ampolla
que el tiempo
no ha curado.
Los niños no
lloran,
las niñas no rompen
el cerco
del silencio.
La infancia es
sagrada,
también el lenguaje
lo es:
tengamos los
conceptos
atados en las manos.
¿Hablé de las
mujeres
y de los hombres?
¿De siglos
alumbrados
por el ojo del
patriarca?
No queda más sangre
en la boca sin
lengua.
La herida
precede a las
palabras.
Destapo el cadáver
hasta la mitad.
La furia es un grito
de venas oscuras.
Ni siquiera
el yo disuelto
me calma.
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