domingo, 31 de mayo de 2020

María Mercé Marçal (España, 1952 - 1998)


                                      "Toda mujer adora a un fascista..."
                                                                       Sylvia Plath



ESA parte de mí que adoraba a un fascista
-o lo adora, ¡quién sabe!
yace contigo, pace contigo.

No le espanta la tumba. Llamada desde siempre
al reino más oscuro,
muere contigo, y vive de ti.

Ofrenda temblorosa, sólo sabe seguirte
y aferrarse a tu mal
como a un puerto seguro.

Medusa deshuesada, lo que queda de mí
lucha por completarse
sin ti, lejos de ti.

El bisturí vacila. ¿Quién me habita ahí afuera?
¿De qué forma pensarte
como si yo no fuese tú?






PUNK IS NOT DEAD


Palabras para Àngela

Hija oscura del fuego
inextinguible. Amor
violento del desierto:
coraje de palmera.
Ángel no, sino ángela
rebelde, sin un cielo
que perder o ganar.
Sólo, rígido azul,
la pregunta, en abismo.
Tienes agudo el filo
como astros que un alud
de unas sombras de presa,
a sangre, desarmaba,
y con cresta sangrante,
brutalmente, en el alba
han rearmado los gallos.
Chillan los espolones
arrancados, el miedo,
la venganza del día
que el cuchillo ha cegado.
La pena calza orgullo
de bota militar
y el mal busca las altas
torres en que colgar
la alegría-jirón
de bandera robada
al enemigo. Amor
violento de un desierto
sin espejismos. Negro
despertar de una mar
temeraria. ¿Comprendes?
Porque te vi los ojos
entrando con el paso
descalzo de tus verdes
por el bosque expoliado
sin herir el minúsculo
sueño de aquella hierba.
Porque te vi los ojos,
el horror viene a mí
como un pájaro agónico
que reclama un tributo
debido, con impúdico,
vil chantaje de amor.
Y no sé, oscura hija
de la mar y del fuego,
qué arma o qué reclamo
puede echar a este viejo
desleal del futuro.
Ni encima de qué puente
de barcas astilladas
el fuego de una ola
nos unirá en la lucha.

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