jueves, 28 de mayo de 2020

Carlos López Degrégori (Perú, 1952)



La ciudad de las tijeras

 


.
En la noche oyes una tijera
tu mujer está dormida y no hay nadie más en casa
pero suena incomprensible
 .
con sus caricias metálicas
cortando sin detenerse la oscuridad.
Debe ser una tijera de Bruselas
.
porque Bruselas es para ti
la ciudad de las tijeras.
Es fácil imaginarlo:
 .
una encajera
de cofia ciega
y mejillas enrojecidas
 .
en el aire estrecho de una habitación
apenas iluminada por dos o tres anillos de luz
con los dedos fríos
 .
impredecibles
debe estar cortando tela allá
o tal vez alambres vivos
 .
o vendas
o cabellos carniceros.
Y con la respiración
 .
de las cuchillas que se atraviesan
sabe que todo lo que divide es un simulacro
una postergación
 .
para no cortar el único hilo que verdaderamente importa.
No sé si tú serás ese hilo
o yo
 .
o si todos debemos serlo en algún punto de nuestras vidas
tampoco sé exactamente qué sostiene
ni por qué ella lo cuida
 .
en el encaje
como una estrella torcida.
Pero en Bruselas
 .
ella deja un instante su trabajo
para cruzar con la tijera
un mensaje desesperado
 .
que por una ofuscación del espacio llega aquí
y corta esta noche
en una música penitencial
 .
tus oídos.
 .



[de: Una mesa en la espesura del bosque]




( Fuente: Ginebramagnolia)





 .
 .

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