lunes, 25 de mayo de 2020

Chen Jingrong (China, 1917-1989)



La lucha

 

Claro que sí, nosotros debemos cerrar los ojos,
Ignorarlo, no preguntar por lo que está bien o mal.
Sabemos que nos tocará soportarlo hasta el último momento.
Con suma satisfacción les daremos todo lo que poseemos.
Les daremos incluso la pila de nuestros huesos,
La que nos quedará cuando nos quiten la vida.

El cuchillo impío corta de tajo las raíces de las hierbas silvestres.
Los hombres dan pena. Tú todavía eres un imbécil.
Piensas que las aguas de la libertad van a llegar hasta tu rincón.
La Madre Tierra es buenísima acumulando inmundicias,
Pero es incapaz de contener una sola semilla fértil
A pesar de las súplicas amargas de la verdad.
Tu indignación, tus luchas: te has dado con un canto en los dientes.
Todo eso te lo mereces y no cambiarás nunca:
El viento y la lluvia, violentos y repentinos,
Los días que se suceden miserables y envenados.

                                                                               
                                                  1948
 
 
 

incluido en El cielo a mis pies. Antología de la poesía china moderna 1918-1949  (Ediciones Hiperión, Madrid, 2013, selec. y traduc. de Blas Piñero Martínez).
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

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