miércoles, 27 de mayo de 2020

Ana Blandiana (Rumania, 1942)



Balada


No tengo otra Ana,
Me emparedo a mí misma
Pero quién sabe si basta –
El muro no se derriba por sí solo,
Sino empujado por el capricho
De una sonámbula excavadora
Que avanza a la deriva en una pesadilla.
Y, otra vez, construyo
Como si construyera una ola
El segundo día, otra vez,
El tercer día, otra vez,
El cuarto día, otra vez,
Un monasterio eternamente líquido
Destinado a derrumbarse en la orilla;
Y lo construyo de nuevo,
Oh, cal
Y ladrillo,
Una criatura sin mancha,
Una criatura
Como armazón
Del sueño infame:
No tengo otra Ana
Incluso a mí misma
Me tengo
Cada vez menos.
(Fuente: La parada poética)

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