domingo, 24 de mayo de 2020

Raymond Queneau (Francia, 1903 - 1976)




Un poema es muy poca cosa

 

Un poema es muy poca cosa
Apenas algo más que un ciclón en las Antillas
Que un tifón en el Mar de la China
Un temblor de tierra en Formosa

Una inundación del Yang Tse Kiang
Que ahoga a cien mil chinos de golpe
Zas
No eso no da siquiera tema para un poema
Es muy poca cosa

Nos divertimos mucho en nuestro pequeño pueblo
Vamos a edificar una nueva escuela
Vamos a elegir nuevo alcalde y cambiar los días de mercado
Estamos en el centro del mundo ahora estamos cerca del río
océano que corroe el horizonte

Un poema es muy poca cosa.




El hombre del tranvía

 

 

Este hombre que anda por la noche a lo largo del muelle
A lo largo del sena entre Asnières y Corbevoie
Este hombre cuya sombra a cada instante huye
Sigue su camino derecho y su curvada vía

A este hombre le duelen los pies – la miseria
Y el cansancio encorva su espalda
Este hombre baila en cada uno de sus pasos
Largos como noches de invierno

Desde hace una hora el tranvía está detenido
Este hombre mide los kilómetros
Por el espesor de sus suelas
Camina de noche por esta calle

Su amante una muchacha poco respetable le espera
Tirada en el arroyo y de crueldad nutrida
Y su tiempo se mide en su cuarto insaciable
Que aloja ahora al hombre del tranvía

Por la mañana con los ojos muy tristes debe huir
Y volver a tomar el camino hacia el depósito sonoro
Y mientras la muchacha duerme aún en el catre
Él suspira qué dulce es sentirse amado.



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