Mi
mano elige...
mi
mano elige
una
indiferente tiza blanca
traza
en el seco suelo duro
alrededor
de mi sombra
un
círculo perfecto
desde
entonces
―exactamente
desde mi nacimiento―
espero
que alguien
o
algo
―ángel
casualidad
tormenta
destino
objeto
imagen
recuerdo
sueño
persona―
o
tal vez sólo tiempo
se
decida a prestarme su ayuda
para
escapar
de
aquí
*
Sueño
1
Sueño.
Suelo sentir que estoy soñando,
que
te sueño sentada en la penumbra
y
esa lámpara frágil que te alumbra
tu
perfil va esfumando.
También
suelo esperar. Sigo esperando.
Mi
cara a tu mirada se acostumbra,
mi
cuerpo en tu reflejo se deslumbra
y
tu voz va callando.
Y
sueño que mi brazo no te alcanza
y
corres hacia la desesperanza
y
mi amor no te toca.
Sueño
pequeño, sueño desolado,
sus
cosas son las cosas del pasado
pero
no se equivoca.
2
Ese
viento de ayer vendrá mañana,
arrastrará
las hojas que han caído,
las
que hoy están cayendo y las que han sido
sólo
un fugaz reflejo en mi ventana.
La
eternidad del viento, su liviana,
temible
y alta fuerza no ha perdido
su
mágico dominio. Su bramido
castiga
la endeblez de mi persiana.
Viento
y tiempo. Misterios semejantes,
barren
todo: cenizas y diamantes,
y
mutan la esperanza en desconcierto.
La
eternidad sólo a ellos pertenece.
A
su paso, el pájaro enmudece.
Lo
que ayer fue inmortal, hoy está muerto.
(Fuente: El trabajo de las horas)
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