domingo, 30 de noviembre de 2025

Ezequiel Martínez Estrada (San José de la Esquina, Santa Fe, 1895-Bahía Blanca, 1964)

 

 

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EL MATE

 

De ti a mí, mano a mano,
el mate viene y va.
 
El mate es como un diálogo
con pausas que llenar.
(Darío lo ha llamado
calumet de la paz.)
 
Niño que se ha dormido
cansado de llorar
y aún suspira, la lluvia
cae sobre la ciudad.
 
El brasero sus brasas
aviva fraternal
y como en la charada
llena todo el hogar.
 
De ti a mí, mano a mano,
el mate viene y va.
 
Nos quedamos callados,
mirando sin mirar
un cuadro, un libro abierto,
un reflejo fugaz.
Tenemos una pena
como de soledad;
nos falta un hijo y algo
que no tendremos ya.
El reloj da la hora
de la serenidad
y grano a grano cuenta
arenas en el mar.
La lluvia se diría
que licúa el cristal.
El brasero calienta
el frío del hogar.
 
De ti a mí, mano a mano,
el mate viene y va.
 
Hace poco perdimos
un amigo ejemplar,
perdimos un hermano
de exquisita bondad.
Se le acabó la vida
antes de comenzar.
Presente en el silencio
sabemos bien que está,
pero callamos porque
no podemos hablar.
Tú principiaste un cuadro,
yo, un libro; y ahí están,
sin terminar las manos,
la estrofa sin final.
 
De ti a mí, mano a mano,
el mate viene y va.
 
Llevamos siete años
de vida conyugal
y nuestro amor reclina
su frente en la amistad.
De los viejos proyectos
casi no hablamos más;
hay algo que nos dice
de un fracaso brutal.
Nos miramos con pena,
durmiendo sin soñar;
nos ha engañado el sueño,
ya no soñamos más.
 
De ti a mí, mano a mano,
el mate viene y va;
viene a mí fervoroso,
casi frío a ti te va.
 
No hay más luz que las brasas
ni más calor, quizás.
Mi cigarrillo quema
sustancia sideral
y como se ve poco
no nos vemos llorar.
 
 

[De su libro de poemas “La Argentina”, 1927]
 

(Fuente: Pablo Anadón) 

William Blake (Reino Unido, 28 de Noviembre 1757 - 12 de Agosto 1827)

 

 

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Resumen humano

 

No existiría la piedad
si no hiciéramos pobre a alguien;
y no haría falta la misericordia
si todos fuesen tan dichosos como nosotros.
 
Y el miedo recíproco trae paz,
hasta que el amor egoísta se incrementa:
entonces la crueldad arma su trampa
y esparce sus cebos con cautela.
 
Se instala con santos temores,
y riega con lágrimas la tierra;
entonces debajo de sus pies
echa raíces la humildad.
 
Rápido extiende sobre su cabeza
sombras lúgubres de misterio;
y la oruga y la mosca
se nutren de tal misterio.
 
Luego crece el fruto del engaño,
rubicundo y dulce al paladar;
y el cuervo su nido instala
en el ramaje más tupido.
 
Los Dioses de la tierra y el mar
escrutaron la naturaleza para hallar tal árbol;
pero la búsqueda fue toda en vano:
crece uno en cada cerebro humano.

🏹

.
(XXV. Resumen humano. Canciones de inocencia y de experiencia- 1794)
Traducción: Nicolás Suescún.
William Blake por Thomas Phillips.
 
 
(Fuente: María Maratea) 
 

Bertolt Brecht (Augsburgo, 1898-Berlín Este, 1956)

 

 

 

 

 

LOA DE LA DIALÉCTICA

 

Con paso firme se pasea hoy la injusticia
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual".
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo".
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".
Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.

(Fuente: Alberto Romero)

Marco Martos (Piura, Perú, 29 noviembre 1942)

 

 

 



CARTA MORAL A LUCILIO

ESCRIBE SÉNECA (40 D. C.)

 

Solitario y débil,
el buey viejo
quiere pasto tierno
y los hombres,
no muy diferentes,
somos alimento
diario de la muerte.
Nuestros cocineros
circulando entre los fuegos
preparan manjares para muchos
y los labriegos en Sicilia
y en África, y acaso más allá
del mar de las tinieblas, siembran
hierbas aromáticas, hortalizas y frutales
para alimentar a Roma y a las ciudades
de los cuatro confines
en cada uno de los imperios.
Cada quien defiende con los dientes
su verdad en el foro.
Con discursos y denuestos
los antagonistas se acompañan.
La mujer discute con el marido.
Ambos escuchan el eco
de dos voces y como eso no les basta
engendran al hijo entre sollozos.
Condición del hombre es estar solo,
vivir lo breve en la incertidumbre.
En cualquier cosa que hagas, Lucilio,
pon tus ojos en la muerte.
Consérvate bueno.
 
 
 

FRANZ KAFKA SE COMPARA CON UN ERIZO (1912) 

 

Doy dolor
a quien se me acerca.
Doy dolor.
Doy dolor.
Doy dolor.
De propia voluntad
entran en mi campo
de imanes, ¡tantos imanes!,
y salen descalabrados.
Me traen una pitanza
que he ganado lealmente
y me la tiran a la cara
como un escupitajo.
Yéndose,
me insultan
y se alejan retorcidos,
como tocados por el rayo
del demonio.
Y me dejan en carne viva,
en estas brasas,
con mis inútiles imanes
en medio de la noche.
 
 
 

PENUMBRA

 

La luz de la lámpara ilumina
el centro de la habitación y forma
un círculo en medio de las sombras.
Hay una zona de penumbra
donde se dibuja el perfil del hombre,
sentado frente a la máquina de escribir.
Un ventilador corta la noche del verano
y hace un ruido imperceptible,
como el de un insecto sabio
que convive con gente
que no lo quiere.
El individuo permanece quieto.
Parece una estatua en medio de la niebla,
mirando el fondo del valle
desde lo alto de la montaña,
distinguiendo un río,
hilo de plata hondo.
Lo miro desde lo oscuro
y permanezco callado.
Un moscardón viene desde la calle,
enceguecido se lanza como una bala
al centro de la luz
y luego cae, panza arriba, impotente.
Ahora las manos como rápidas
mariposas veleidosas van y vienen
por todas las teclas
o reposan en la mesa
antes de súbitos vuelos.
Ignoro lo que escriben
pero sé que es lo valioso,
que gracias a esas letras
que mañana saldrán en el diario
habrá alegría en los corredores de mi casa,
y las personas que se crucen con mi padre
en la calle, le dirán que es bueno
lo que dice, y verdadero,
y él vendrá donde nosotros a contárnoslo.
Ya me veo en mi bicicleta
en medio de las casas de quincha,
por pistas adoquinadas o de asfalto,
bajo el sol terrible
o bajo los algarrobos
o en la plácida noche que comienza,
llevando el artículo de mi padre
al periódico, silbando. Tantas veces.
Silbaba entonces, y silbo todavía,
agradecido, cuando mis manos
vuelan como mariposas
y escribo lo que quiero,
mientras mi padre
entre las sombras,
en lo más oscuro,
aguarda sonriendo.
Desde la alta montaña,
metido en el aire puro y en las nubes,
mi padre
mira a lo lejos,
al fondo del valle de lágrimas.
Su voz me llega como un susurro
que me corrige despacio despacio
cada línea.
 
 
 

DIATRIBA Y AMOR A LIMA

 

Altas cúpulas,
callejuelas estrechas
de tenderetes multicolores,
pulular de gente
en los atardeceres del verano
y el velo blanco de la muerte
que vio Melville.
Lima semeja a un fantasmal,
horrísono y descascarado barco
a la deriva, imagen real
de la decadencia, algarabía
de cornetas y bocinas,
grito presuntuoso del animal
que vive en cada hombre.
Lima está colmada de basura,
de validos y paniaguados,
de gente mezquina
que ha sentado sus reales
en todos los grupos sociales
y que saca ventajas de cualquier
ligero privilegio.
Pero aun así la queremos
como al pariente baldado
al que se protege
con la secreta esperanza
de un día curarlo
para siempre.
Tiene sus misterios
escondidos, lugares
que son verdaderos oasis
para el viandante fatigado.
Y hay amigos, amigos de verdad
en medio de la marea vocinglera.
Y puedes encontrar amor,
Diógenes, si lo buscas
con tu linterna.
 
 
 
 

BIBLIOTECA

 

No necesito leer todos los libros
que he ido acumulando por años.
Me basta mirarlos con afecto
y escoger uno por azar venturoso.
Los otros parecen que sonríen
y una conversación silenciosa
se inicia.
Quevedo está al lado de Góngora.
Les ha tocado compartir mis afectos.
Una carátula de cartón los separa.
Antes vivieron en la misma casa,
verdad que en años diferentes.
La sotana de Góngora tenía manchas
de grasa y la pelliza de Quevedo
un rojo concho vino como un mapa.
En un duelo de insultos Quevedo llevó la palma.
En otro de cartas, Góngora era el rey,
el dueño del garito. Ambos eran melifluos
con la gente de la corte que les devolvía,
ya se sabe, carantoñas a veces
y en otras aire gélido.
Pero el tiempo que estuvieron solos,
renegando contra el mundo,
o uno del otro, se dieron maña
para escoger las mejores palabras
castellanas, las más precisas
en el momento justo.
Ahora están cerca, se dan tapa con tapa,
nudo con nudo y hasta parecen amigos,
dos floretistas sin careta, sonriendo
en un momento de descanso.
Uno sueña con Galatea,
el otro con Maritornes.
Beben su copa de vino
lenta, lentísimamente.
Apago las luces y ellos siguen
hablando en el fondo de la biblioteca.
 
 
El mar de las tinieblas (1999)
Lima: El Caballo Rojo / Atenea, 1999, pp. 23-24, 37, 62-64, 90-91 y 168-169
 

(Fuente: Óscar Limache) 

Claudia Dabi (Chivilcoy, Buenos Aires, Argentina)

 

 

Puede ser una imagen en blanco y negro 

 

 

HABLADURÍAS 

 

La lengua es el más mojado
de los pájaros cantores.
A veces, el parloteo incesante
de ese animal fluido
despierta un interés infinito
en estirarla hasta arrancársela
como si se tratara
de una serpiente vuvuzela,
colgarla y ver como se le seca al sol.
Por supuesto, después restituír enjaulado a su portador,
el pobre pajarito percutor. 
 
          Sin prisa sin pausa
Chivilcoy, Buenos Aires, Argentina
 

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947 / Reside en San Juan, Argentina)

 

 

AUGUSTO SIMÓN QUINSACARA:
(Quebrada de las burras,
Calingasta, 1952)
 
POEMA CLARO EN UN MUNDO QUE NECESITA
SER ARREVESADO
 
 
 
Vino el hambre
a la heredad
y el caserío.
 
A la mar viva
de este desierto
donde
el sol
enciende sepulcros
y osamentas dispersas.
 
Cal,
yeso,
jotes,
feldespatos,
galgos translúcidos,
boro en los surcos
regados a gotas
y sollozos,
cebollas y ajos que los coronan
de picor y gracia.
 
Cruel la mirada
del humano
que las bestias
lloran de miedo,
azotes
y cadenas.
 
Hinchada
la enfermedad,
recoge
uñas y paladares
de a puñadas
y crestones flamígeros.
 
 

- Inédito -
De "Poetas populares arribados al festín paralizante"
En preparación.

 

Juan Manuel Roca (Medellín, Colombia, 1946)

 

 

 

 

 

 

Selección de poemas 

 

De Las hipótesis de Nadie (2005)
 

POEMA INVADIDO POR ROMANOS

 

Los romanos eran maliciosos.
 
Llenaron Europa de ruinas
Confabulados con el tiempo.
 
Les interesaba el futuro,
Las huellas más que las pisadas.
 
Los romanos, Casandra, eran mañosos.
 
No fraguaron el Acueducto de Segovia
Como un ducto de agua y de luz.
Lo pensaron como vestigio,
Como un absorto pasado.
 
Sembraron de edificios roñosos Europa,
De estatuas acéfalas
Engullidas por la gloria de Roma.
 
No hicieron el Coliseo
Para que los tigres devoraran
A su antojo a los cristianos,
tan poco apetecibles,
Ni para ver ensartadas
Como entremeses del infierno
A las huestes de Espartaco.
 
Pensaron su ruina, una ruina proporcional
A la sombra mordida del sol que agoniza.
 
Mi amigo Dino Campana
Pudo haber saltado a la yugular
De uno de sus dioses de mármol.
 
Los romanos dan mucho en qué pensar.
 
Por ejemplo,
En un caballo de bronce
De la Piazza Bianca.
Al momento de restaurarlo,
Al asomarse a su boca abierta,
Encontraron en el vientre
Esqueletos de palomas.
 
Como tu amor,
Que se vuelve ruina
Mientras más lo construyo.
 
El tiempo es romano.
 
 
 
De Biblia de Pobres (2009)
 

PARÁBOLA DEL DESIERTO 

 

Tras perseguir
A los paseantes
Que no tení­an
Tiempo de escucharlo,
El hombre
Trajo del desván
El viejo
Sillón de la familia.
Sacó de su abrigo
Un cuaderno manoseado
En trastiendas y graneros
Y se acomodó las gafas
En medio de la porqueriza.
Los poemas que leí­a
A la piara de cerdos
Hablaban de Dios.
 
 
 
De Pasaporte del apátrida (2011)
 

LIBRERÍA DE VIEJO 

 

Esta ruinosa humedad proviene de la selva.
De las lágrimas vertidas en casa de una modista
Que leí­a con ojos de melaza páginas lluviosas
                               /de una novela victoriana.
 
La misma estropeada edición
Pasó de mano en mano las casas insomnes
/de la aldea
Hasta hacerse paño de llanto,
Lugar de encuentros de muchachas en botón
                                       /y severos boticarios.
 
No es una Morgue esta biblioteca,
Esta bodega de libros de hombres desaparecidos
Entre láminas borrosas y atriles de cedro.
Estos libros encontrados en una reventa de presagios
Fueron acariciados por un clan de lectores más fugaces
                                                       /que su tinta.
 
Lo sabe el librero que desempolva sus páginas,
Lo repiten las huellas que sobreviven a sus dueños.
El volumen de Melville que huele a yodo
Como todos los puertos del mundo,
Lo encontró un cazalibros en el mercado de ballenas
                                                        /de Valparaí­so.
 
El agreste marinero dormirá su siesta
Hasta que abras la casa flotante de su libro
Y lo veas cojear entre velámenes y arneses,
Capitán de un buque andrajoso como un tugurio
                                                                            /del mar.
 
Atraviesas las puertas del libro
Y el feroz tripulante de sus miedos
Que busca un blanco cetáceo entre la niebla,
Vendrá vestido de bruma y de lamento.
Un lector fantasma subraya el paisaje.
 
Para Guillermo Martí­nez González, en Trilce, su Babel de libros.
 
 
De Ciudadano de la Noche (1989)
 

ARENGA DE UNO QUE NO FUE A LA GUERRA 

 

Nunca vi en las barandas de un puente
A la dulce mujer con ojos de asiria
Enhebrando una aguja
Como si fuera a remendar el rí­o.
Ni mujeres solas esperando en las aldeas
A que pase la guerra como si fuera otra estación.
Nunca fui a la guerra, ni falta que me hace,
Porque de niño
Siempre pregunté cómo ir a la guerra
Y una enfermera bella como un albatros,
Una enfermera que corrí­a por largos pasillos
Gritó con graznido de ave sin mirarme:
Ya estás en ella, muchacho, estás en ella.
Nunca he ido al paí­s de los hangares,
Nunca he sido abanderado, húsar,
Mujik de alguna estepa.
Nunca viajé en globo por erizados paí­ses
Poblados de tropa y de cerveza.
No he escrito como Ungaretti
Cartas de amor en las trincheras.
No he visto el sol de la muerte
Ardiendo en el Japón
Ni he visto hombres de largo cuello
Repartiéndose la tierra en un juego de barajas.
Nunca fui a la guerra, ni falta que me hace,
Para ver la soldadesca
Lavando los blancos estandartes,
Y luego oí­rlos hablar de la paz
Al pie de la legión de las estatuas.
 
***************
Fuente: Otro Páramo 
 
 
(Fuente: Oscar Vicente Conde) 
 

Frank Sherlock (Filadelfia, Pensilvania, EEUU)

 

 

FRANK SHERLOCK – ANIMALES MUY DIFERENTES / TRAD. CARLOS SOTO ROMÁN









Este lugar

tan extraño

debe ser el hogar

señalando una pieza

más allá de esta

 

 

 

El poema se detiene aquí

 

 

 

Reconfigura

una hebra de ADN

& podrás

entender            El yo & Yo

somos animales muy

diferentes

Las ofrendas

Me vuelven

 

 

 

generoso

c/ la compasión

inmunizada el

alivio

militarizado                    Bandadas

de pájaros haciendo

remolinos con papel

para envolver comida

 

 

 

fingen la migración

de este año

Su mierda

se pega a

la vereda

cuando pasa

el camión

aljibe

 

 

 

El tanque está

vacío pero los niños

todavía persiguen el

remolque

Olvidemos            dónde

comenzó todo

ya que tú y yo

estamos acá

 

 

 

Nada es

incondicional

en esta

existencia o

viceversa

Me                muevo

de esta forma

como una comisión

 

 

 

pública c/

gran aprecio

por la distancia

Esta partida

desde lo que

sé que no

sé viene c/

una admisión

 

 

 

Los enterré

& arrojé

la ecografía de

un no nato

Dibujo líneas

negras en

los márgenes cuando

me percato de la pérdida

 

 

 

La llevamos

a través del diminuto

espacio entre

la alimentación forzada &

las náuseas

Estas armas

no son de plástico

como las del

 

 

 

barrio chino       Es

la hora de intercambiar

este vehículo

que ha sido diseñado

como una lágrima            Hora

de dar un paseo por los

alrededores            El trabajo

que debe hacerse ya

 

 

 

se está haciendo        Es

un asunto de sincronía

& un asunto de tiempo

el entregar algo

como una acción        Cuál

es la naturaleza de esta

naturaleza                    No dejaré de

excluirme a mí mismo

 

 

 

La mirada

mira de vuelta       Quiero

ir al espacio

exterior en esta tierra

ser Extra

Territorial            Qué

salió mal                Fui

& compré

 

 

 

una tabla en ese

muro de inanición

El tiempo muerto en

la carretera se

divide entre

observar los

carriles & la espera

por salir de ellos

 

 

 

Cuidado

Eso es            Justo ahí

Eso se siente bien

No me mires

de esa forma           Míralos

a ellos       Hay

sorpresa en tu

cara cuando no

 

 

 

ves tus manos

por mucho tiempo

Mira las mías

Estas sutilezas

son siniestras & frágiles

a los defectos        Soy

el dron que

arruinó tu boda

 

 

 

& que llenó de esquirlas

el cementerio         El flash

de la foto

tomada en el espejo

está ubicado

intencionalmente & está online

Mírame

Mientras tanto

 

 

 

qué pasa c/

el juguete masticable que

parece un humano

No dejes que se

escape         Sube una foto

& monitorea los comentarios

Los niños pequeños agitan

sus manos mientras sus pies

 

 

 

permanecen quietos

No han arrojado

sus zapatos a

la cámara todavía

Así que mira

los rostros el tiempo

suficiente para empezar a

ver todos los animales

 

 

 

Agitan sus manos

saludando o despidiéndose

Qué era lo que estaba haciendo

que era tan importante

el día que murió

el agua      Estaba

sólo pensando       pudo haber

sido tan profundo

 

 

 

Cuidado c/ los besos

ahora         Esto podría ser

la boca de un payaso

Esto podría ser sangre

Sueño aquí en

exceso no para recordar

pero como una distracción

nueva         Acaso

 

 

 

mencioné que fui yo

el que abrió fuego en

el zoológico              Quién hubiera

sabido que los animales

me matarían de vuelta el día

que desaparecieron

Duermo c/ una ametralladora

junto a la cama

 

 

 

arropado en

una posición

indefendible          La alarma

me recuerda que

cada una de estas guerras

es una guerra contra los niños

Soy un asesino de bebés

& tú también lo eres        Si no

 

 

 

en vida prometo

ser transcontinental

en la muerte

disfrutar las seis profundas

canciones elegidas

antes del día

de su propósito      Quién

puede ver los rostros

 

 

 

en el bosque

por todos los libros de

árboles muertos

Somos más viejos que

el antiguo &

el nuevo testamento

Qué era lo que

Solíamos hacer

 

 

 

El poema empieza aquí

 

 

 

He bailado alrededor

de esto lo

suficiente c/ la jirafa

paralizada

por una herida de bala

 

 

 

Insistir en la continuidad

porque podríamos

estar enamorados de

la vida & esto no tiene

por qué terminar



(Fuente: TRANSTIERROS)