G. de´D. (1318-1389)
Giovanni de Dondi, de Padua
pasó toda su vida
en montar un reloj.
Un reloj sin precedentes, insuperado
a lo largo de cuatrocientos años.
De múltiple propulsión,
con ruedas elípticas,
conexión articulada
y el primer golpe de husillo:
una inaudita construcción.
Siete cuadrantes
mostraban el estado del cielo
y las sordas revoluciones
de los planetas.
Y el octavo, de todos
el más pequeño,
daba la hora, el día y el año:
A. D. 1346.
«Forjado por la mano de su autor:»
una máquina celestial,
inútil y densa como los «Trionfi»,
un reloj de palabras
que construyó Petrarca.
«¿Mas por qué perdéis vuestro tiempo
en leer mis escritos,
si no podéis hacer
lo mismo que yo?»
Duración de la luz solar,
cotas del periplo lunar,
las fiestas movibles,
Un totalizador, A la vez
un duplicado del cielo.
Todo en metal, en metal.
debajo de este cielo
seguimos aún viviendo.
La gente de Padua
no miraba el reloj.
Se sucedían los golpes de Estado.
Rodaban carros de apestados.
Los banqueros
ponían las cuentas en claro.
La comida era escasa.
El origen de aquel mecanismo
es muy problemático.
Computador análogo.
Menhir, Astrario.
«Trionfi del tempo». Residuo.
inútil y denso
como un poema en metal.
No giraba Guggenheim
letras a Petrarca
los primeros de mes.
No tenía de´Dondi
contrato con el Pentágono.
Otras aves de rapiña. Otras
palabras y ruedas. Pero
el cielo es el mismo.
En aquella Edad Media
seguimos aún viviendo.
Traducción Joaquim Vilar.
G. de´D. (1318-1389)
Giovanni de´Dondi aus Padua
verbrachte sein Leben
mit dem Bau einer Uhr.
Einer Uhr ohne Vorbild, unübertroffen
vierhundert Jahre lang.
Das Gangwerk mehrfach,
elliptische Zahnräder,
verbunden durch Gelenkgetriebe,
und die erste Spindelhemmung:
eine unerhörte Konstruktion
Sieben Zifferblätter
zeigen den Zustand des Himmels an
und die stummen Revolutionen
aller Planeten.
Ein achtes Blatt,
das unscheinbarste,
wies die Stunde, den Tag und das Jahr:
A.D.1346
Geschmiedet mit eigener Hand:
eine Himmelsmaschine,
zwecklos und sinnreich wie die Trionfi,
eine Uhr aus Wörtern,
erbaut con Francesco Petrarca.
Aber wozu vergeudet ihr eure Zeit
mit meinem Manuskript,
wenn ihr nicht fähig seid,
es mir nachzutun?
Dauer des Tageslichts,
Knoten der Mondbahn,
bewegliche Feste.
Ein Rechenwerk, und zugleich
der Himmel noch einmal.
Aus Messing, aus Messing.
Unter diesem Himmel
leben wir immer noch.
Die Leute von Padua
sahen nicht auf die Uhr.
Ein Putsch folgte dem anderen.
Pestkarren rollten über das Pflaster.
Die Bankiers
stellten ihre positionen glatt.
Es gab wenig zu essen.
Der Ursprung jener Maschine
ist problematisch.
Ein Analog-Computer.
Ein Menhir. Ein Astrarium.
Trionfi del tempo. Überbleibsel.
Zwecklos und sinnreich
wie ein Gedicht aus Messing.
Nicht Guggenheim sandte
Francesco Petrarca Schecks
zum Ersten des Monats.
De´Dondi hatte keinen Kontrakt
mit dem Pentagon.
Andere Raubtiere.Andere
Wörter und Räder.Aber
derselbe Himmel.
In diesem Mittelalter
leben wir immer noch.
Hans Magnus Enzensberger, Kaufbeuren, 1929 – München, 2022 – Deutschland.
(Fuente: Presente Griego / Ricardo Ruiz)
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