viernes, 15 de mayo de 2020

Thomas Merton ( Francia, 1915-Tailandia, 1968)








A mi hermano, declarado desaparecido en combate, 1943

 

 

Querido hermano, si no duermo
mis ojos son flores para tu tumba,
y si no puedo comer mi pan,
mis ayunos vivirán como sauces donde moriste.
Si en el calor no encuentro agua para mi sed,

mi sed será fuentes para ti, pobre viajero.
¿Dónde, en qué país humeante y desolado
yace tu pobre cuerpo, perdido y muerto?
¿Y en qué paisaje de tragedia
perdió su camino tu espíritu desdichado?

Ven, encuentra en mi labor un lugar de reposo
y apoya en mis penas tu cabeza,
o toma sino mi vida y mi sangre
y cómprate un lecho mejor —
o toma mi aliento y mi muerte
y compra una morada mejor.
Cuando todos los guerreros hayan muerto
y en el polvo hayan caído las banderas,
tu cruz y la mía seguirán diciendo a los hombres
que Cristo murió en cada una, por los dos.

Porque Cristo yace asesinado en los escombros de tu abril,
y llora en las ruinas de mi primavera:
el dinero que de Sus lágrimas
caerá en tu mano floja y sin amigos,
y pagará tu rescate para volver a tu tierra,

el silencio que de Sus lágrimas
caerá como campanas sobre tu tumba extranjera.
Escúchalas y ven: te llaman a casa.


   Trad. Gerardo Gambolini

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