
GAZA: EL POEMA HIZO SU PARTE
celebración de nacimiento. No hay flauta que guíe a quienes
acuden a la oración del encuentro. No hay nubes con las que
intercambiar elogios, ni árboles que me llamen con hermosos
nombres o extiendan mi sombra. Rezo a una ventana: su raíz está
en mi corazón, y tiende sus ramas sobre mi nostalgia.
El poema hizo su parte y se marchó. En cuanto al verbo, quedó
para los desdichados que labran un jardín, con sus rosas, sus
cipreses y vino que inspira a las espigas de las canciones. Pero lo
dejaron todo y siguieron el rastro del poema hasta el alba. En
cuanto al significado, aquel espejismo que me seguía, y yo a él, era
blanco flotando sobre aguas estancadas. Le dije: «Sé», pero no fue.
Le dije: «No seas», y fue blanco flotando sobre aguas estancadas. En
su orilla yo miraba mi reflejo y lo negaba, miraba mi reflejo y lo negaba,
mientras que a mis espaldas cantaban mil gallos…
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por Alberto Benjamín López Oliva
(Fuente: Daniel Freidemberg)
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