Infierno
El infierno estaba todo enchastrado por la sangre que me chorreaba de las llagas en los muslos.
La chica me dijo, Perdoname pero sos una monstra. Yo me negué a ponerme su careta de monstruo; ya tengo mi propia cultura. Pero ella se calzó la careta sobre los ojos. Entonces llegué al infierno.
Tenés la cara de madera podrida y tus ojos son dos huequitos. Tenés llagas en los muslos porque sos fea. Nunca vas a parecer poesía porque las llagas no cicatrizan. Estás demasiado vieja.
Se come demasiado en el infierno. Hay un tipo que es el encargado de los tiburones que nos dan para alimentarnos, algunos de ellos todavía vivos. Dice que los envenena. Me tengo que escapar de su infierno. Supongo que lo de los muslos son tarascones de tiburón. No tengo nada en contra de ellos.
El problema de las chicas: todo esto les da miedo. Aunque por culpa de ellas vine a parar acá. En fin, es el infierno. Renuncio a tener miedo y al tiempo lineal. Todo ocurre a mi alrededor, no en línea recta.
Todo el mundo menos yo
Todo el mundo menos yo puede darse el gusto de ser humanx. Yo no voy a poder. Me voy a tener que sumar a otra comunidad. Sala de espléndidos seres visionarios: ¿por qué no?
(in memoriam, 1945-2025)
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
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