miércoles, 1 de diciembre de 2021

Denise Levertov (Inglaterra/Estados Unidos, 1923-1997)

 



El himno

 

¿Había muerto, o estaba
muy vieja y ciega, o acaso
era un sueño?
-este himno, esta extática plegaria
esta música tejida
de color y forma, del sentido
del espacio aéreo-
¿estaba el sueño
mostrando el poder
de la Memoria, ahora, hoy o en cualquier
momento de necesidad? O el poder
del ojo interior, distinto
de la Memoria, el poder de la Imaginación,
mayor de lo que podemos recordar,
en suspensión, el pozo en el que
raramente sumergimos nuestros vasos?
 
En todo caso,
vi una amplia ladera de árboles
todo hojas, árboles de toda clase,
de todos los tonos de verde, verde dorado, verde azul,
verde negro, verdes puro y esencial
verde verde, y el cálido y profundo
marrón, y el casi púrpura
de los árboles del humo, todos percibidos
como una masa de formas redondeadas y compuestas
a lo largo de media milla de aire con brisa,
a la vez, cada hoja estaba
ondulando, brillando
tanto que pude ver hasta la nervadura y su borde dentado:
 
en todo caso, esta vista
iba acompañada en el sueño
de tal gozo, que lloré
de gratitud
(nunca antes he llorado así, pero leí
que tales lágrimas a veces
se derraman) asombrada al entender
que este poder era mío, que me fue dado
ver tan bien, a pesar de estar dormida,
a pesar de estar ciega,
a pesar de haberme ido de la tierra.

 

 Trad. Ada Trzeciakowska

 

The hymn

 

Had I died, or was I
very old and blind, or
was the dream—
this hymn, this ecstatic paean,
this woven music
of color and form, of the sense
of airy space—
was the dream
showing forth the power
of Memory, now, today or at any
moment of need? Or the power
of the inner eye, distinct
from Memory, Imagination’s power,
greater than we remember,
in abeyance, the well in which
we forget to dip our cups?
 
At all events,
that broad hillside of trees
all in leaf, trees of all kinds,
all hues of green, gold-greens, blue-greens,
black-greens, pure and essential
green-greens, and warm and deep
maroons, too, and the almost purple
of smoketrees—all perceived
in their mass of rounded, composed forms
across a half mile of breezy air,
yet with each leaf
rippling, gleaming,
visible almost to vein and serration:
 
at all events, that sight
brought with it, in dream
such gladness, I wept
tears of gratitude
(such as I’ve never wept, only read
that such tears sometimes
are shed) amazed to know
this power was mine, a thing given,
to see so well, though asleep,
though blind,
though gone from the earth.

 

(Fuente: Ada Lírica)

 

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