Días de blues
(poema en si bemol)
Una tormenta en mi pensamiento es una
tormenta pintada en mi soledad
que atraviesa el frío pavimento de las
primeras horas
Y es un río profundo
una montaña alta
un instrumento de viento
Y es un mundo / como las lluvias que barren
las calles de gente
como el mar que es la cosa viva más grande
A veces una tormenta es cocaína en mi mente
corro sin alcanzar mi voz
la encuentro en una caja de fósforos
la protejo como una nuez madura
mis dedos se deslizan por su cuerpo
como un poema condensado
por mis ojos de alambique
Y ese mundo de cinco pétalos es tragado
por un dios griego / la llama
que la viste se disuelve y cae entre
visiones deshabitadas y ninguna historia
la sombra reflejada en remordimientos
Un contraste de lámina en mis
ojos entreabiertos
Una buena parte del día
me regocijo de mis paisajes desnudos
mantengo siempre la atmósfera limpia
y corro sin alcanzar mi voz
mis dedos son habitados por millares de rutas
la tierra es ondulada más allá de mis manos
Ya es mediodía en mi campo de aterrizaje
y cuido mi sucio corazón morado
como una antigua canción de amor.
(Fuente: Yulino Dávila)
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