La esencia humana
No existiría la Piedad
si no hiciéramos a alguien Pobre:
y no existiría la Misericordia,
si todos fueran tan felices como nosotros:
Y el miedo mutuo trae la paz;
hasta que aumentan los amores egoístas.
Entonces la Crueldad teje una trampa,
y siembra con cuidado sus cebos.
Se sienta con sagrados temores,
y riega la tierra con lágrimas:
entonces la Humildad echa sus raíces
debajo de su paso.
No tarda en extender la triste sombra
del Misterio sobre su cabeza;
Y la Oruga y la Mosca
se alimentan de él.
Y sostiene el fruto del engaño.
Rojo y dulce para comer;
y el Cuervo hace su nido
en su sombra más espesa.
Los Dioses de la tierra y el mar
buscaron entre la Naturaleza para encontrar este Árbol
pero en vano resultó su búsqueda:
crece en cada Cerebro Humano.
(Buenos Aires poetry)
No hay comentarios:
Publicar un comentario