jueves, 23 de julio de 2020

Blanca Varela (Perú, 1926-2009)



 Conversación con Simón Weil

 los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal. 

En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama
hambrientos. 

¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia? 

¿Se acabo para nosotros la esperanza
de ser mejores ahora? 

La vida es de otros.
Ilusiones y yerros.
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno. 

Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entre la rabia y el sueño
olvide muchas cosas. 

La mitad de los niños se van a la cama
hambrientos. 

—los niños, el océano, la vida silvestre Bach.
—el hombre es un extraño animal.
Los sabios en quien depositamos nuestra
confianza
nos traicionan. 

—los niños se van a la cama hambrientos
—los viejos se van a la muerte hambrientos. 

El verbo no alimenta. Las cifras no sacian. 

Me acuerdo ¿Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo. 

Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta
Orino tristemente sobre el mezquino fuego de la gracia. 

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos. 

El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian. 

—el hombre es un extraño animal.










(Fuente: Poesía de El Toro de Barro)

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