viernes, 24 de julio de 2020

Sofía de la Vega (Tucumán, Argentina, 1993)



Animales que se arrastran



En una habitación del quinto piso del hotel apago todo
y los focos comienzan a hacer ruidos metálicos.
En casa siempre algún chasquido o mínimo susurro
se escucha. Una sola vez sentimos
el silencio. Fue en medio de dos montañas
de piedra roja. Era todo azul cuando cerramos los ojos.
Nosotros en medio, como comadrejas
o esos animales que se arrastran para enfriarse.
Siempre quise tomarte la mano ese día. Es igual
a cuando está corriendo en la clase
de gimnasia del colegio y te olvidás
de que tus 30 compañeros corren con vos.
Desde chica estar rodeada por grupos
me da miedo. Cuando es de noche, en la cama
no dejamos que ningún pie esté fuera de ella.
En realidad yo rezo o pienso que las sombras
extrañas son Dios. Estamos todos tristes
porque no se puede escapar. El aturdimiento
de la multitud de subte fue captada por un fotógrafo
norteamericano en Japón. La gente salía
en poses incómodas. Brazos y piernas
de contorsionistas. Lo raro era la cara
de los japoneses no mostraba sufrimiento.
La incomodidad del amontonamiento
se hace parte de su vida.
Como cada día que estaba sola con vos
pero al final nunca te diste cuenta.




La idea es vivir cerca pero no encima

               Ediciones Liliputienses



                 (Fuente: Papeles de Pablo Müller)

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