viernes, 31 de julio de 2020

César Márquez Tormo (Valencia, España, 1965)



AZUL

Tuviste miedo del pus su

poder en la boca de la

compañera re-trato mas

honraste esos ópalos como

desbocados rechinar gemelo

de un solo diente tuyo azufre

tanto en el espejo bendice

pues el pus de tu boca



y hágase en ti según la palabra







DORADO

Aún imantaciones edad

mítica la casa del ileso el sol

orto por un rezo peonza en

un hombro riente llora los tumbos el

pulso cuando escribe antiguos hilos

laberintos por las sillas lobeznas las

ménsulas lamparones sándalos

para incensar las incrustaciones

maravillosas de otra vida está



cambiando el cuerpo y



paz como si las manos fuesen

un sueño de lo más tierra panza

de perro caricia su ojo lo más

como diente-madre a pezón la cinta

desagüe de la sangre la escocedura

solar de la casa cuarzos que

recuerdan triunfantes cómo

pudiste no saber lo que

quisiste quédese
                                                 
para el silencio

y la tortuga







ROSA

Ese fuego que rodeó al

roble y lo mantuvo

ileso habla ahora

del oleaje incendiado de

millones de árboles como una

sola llaga de amor viva pero



ese roble



y tú y yo y el fuego



orillándonos







VERDE

El hijo decía eso así

ta-ta-ta la palabra

primera y por el pasillo

un gorgojeo fantasma y alegría

pá-jaro

pá-jaro

el padre

jaula se sonaba mordiciones la

dormidura mórbida la maestría el

huevo batido con las manitas de la



voz sanaba el hijo decía







BLANCO

Novecientos noventa y nueve

mil pensamientos

negativos

como si el pensamiento pudiese

reducirse a una raya de un

otro lado insigne neurona

riel-horizonte de suceso

lento con qué

aventura por la sombra contar

lo zen   el más   la toquezuela

contra del aire a favor de la pureza

nudal de la rama su sola



hojita presente





(Fuente: Revista Kokoro)





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