Ecología política
¿Qué
apagaremos antes?
¿La
escueta incubadora o el aire acondicionado
de los
anchos retretes de un centro comercial?
¿La voz
de un niño sin derecho a agua potable
o el
grifo enfermo de la planta embotelladora?
¿El
mercado de semillas de una aldea de Brasil o Extremadura
o la
bocanada de metralla de financia una compañía petrolera?
¿La luz
de nuestras mesillas
o la
oscuridad de nuestros silencios?
¿El
viento verde
o el
ocre epitáfico de una abrasadora tormenta lunar?
Y sobre
todo ¿a quién apagaremos antes?
¿A quien
desea vivir cultivando una gran casa
o a
quien siembra horcas en cada uno de nuestros hogares
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Otra poesía es vivenciable
Los mamíferos
se llenaron de sílabas centrifugadas
y la
poesía sufrió un holocausto de hechos
de
butacas y de columnas bienaventuradas y rígidas
como un
lujoso paso de cebra o un código de barras
Estamos
intentando escribir lejos de los árboles metalizados
lejos
paisajes sin democracia posible de las tiendas donde ahora venden jarabes de
éxito
mordiéndonos
la sangre de cada metáfora pero no la dignidad
lejos
de los coches de choque en que se montan literatos y literatas
para
golpear prójimos y seguir suspirando por una ficha más
No hay
seguridad de éxito, hay posibilidad de vivencias
de
volver a ser animales heridos por la vida de otros y otras
por
nuestras lunas que dejamos de lamernos como especie
por los
encuentros erróneos que redujimos a una rima de cava embotellado
No hay
extinción posible para la poesía
pero es
necesario hundir los portaaviones marca Noé
y
hacerse un poquito más náufragos
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Masculinidades y porvenir
Dicen los
expertos que hay más juegos de guerra entre los jóvenes
y sin embargo
son mejor avenidos, menos peleas de bar, menos voces
dentro
y fuera de su circo de conciertos
sería
entonces la extinción de una reprobación de estandartes
que
otras generaciones hemos deseado relucir en nuestros pechos
negociados
a la vez que impuestos:
menos
ilusiones de guerra, pero más hambre de prisioneros
tiemblan
más los pantalones desenfadados
se
permiten la igualdad en medio de la publicidad dental de sus rostros
acaso
estén naciendo a un corazón que desborda los sexos
pero en
estas guerras, uno más uno no son ni dos
ni la
suma lineal de elementos que se desconocen
uno más
uno son también el uno contra los demás
las
sábanas que insisten en asfixiar temblorosos hogares y señalados cuerpos
la
pulcritud jerárquica de nuevas iglesias transparentes y franquiciadas
las
trincheras fratricidas obligadas a defender por los hijos de los más pobres
el
cambio climático como suicidio colectivo a fuego lento
que se
distribuye por los rostros de crédito impagable:
y
códigos postales que carecen de calles para ricos
vacías
como peatones con mercancías
ya
veremos qué generaciones mastica la civilización que hemos levantado
sobre
un viejo cementerio
que
guarda su feo acento pero no esconde su aliento
de Mamífero
en extinción
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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