Debla
En la gloria
de una mañana
he VISTO
Déjà vu
Una mujer se desnuda en mi memoria
mientras afuera resplandece la ciudad
o llueve y hace frío
Una mujer lava su pelo negro con el agua de mi infancia
una distancia va formándose
Su piel es lenta y fresca como la mañana que acaricia
su voz se hace lejana
Una mujer me alcanza
el primer seno descubierto
el primer seno acariciado
Mientras adentro resplandece la memoria
Hombre caminando
Un hombre camina
remontando el verano
A la orilla del mar
a la orilla del tiempo
Camina y ve a los otros
la belleza la muerte
Camina y oye el viento
el sueño la memoria
Camina hasta caer
o perderse a lo lejos
Dylan
Tu voz, ebria, era
sin embargo una luz
en el camino de nosotros,
los jóvenes. Y ahora,
todavía se alza
como una prueba demente
de la resistencia
feroz de la belleza
y de la gracia, prueba
del desmedido amor humano,
misteriosamente capaz
de sobrevivir
a tanto naufragio.
Sueño del miserable
El día se entreabre
como tú
fruta madura
y desde el centro
de su luz
tu calor
me inunda
de placeres violentos
Como dos astros
Como dos astros errantes
que se han unido por su errar
nuestros errores nos acercan
nuestros errores nos separan
Como dos astros errantes
que se deslizan por amor
nuestras miradas nos atraen
nuestras miradas nos rechazan
Como dos astros errantes
que se separan para ver
la sed el hambre el sol la furia
nuestros caminos encontrados
En lo profundo de los cielos
en el silencio de la luz
como dos astros errantes
morimos renacemos
Con Quevedo
No a tu altura, sino
a tu lado, hermano
de corazón y cuerpo
y lengua, acompañando
tu manera de ser
y andar, tu vozarrón
de hombre, tu soledad
de hombre, moderno,
fiero amante feroz,
quebrado, compañero.
Ahínco
Merodeadores ávidos
como cantos rodados
rodamos en la tierra
que rueda entre los astros
Olor a lluvia
El aire trae de pronto recuerdos del olvido
con sabor a horizonte, hierba húmeda y ausencia.
Color difuso y neto, casi como sin dueño,
máscara o habitante, límpidamente orgánico,
cargadamente etéreo. Espíritus, espíritu;
huellas de una memoria que gira en su vacío
repleto: fuegos, cuerpos, dioses, rastros, palabras.
La tierra entera
En el inmenso día
el cielo franco
La tierra insoslayable
en la mañana alta
(Una esquirla en el sol
el pie en la sombra)
Viento nubes guijarro
El joven fresno dice
Yo no acumulo
yo prosigo
Yo no seduzco
yo me doy
Yo no me exhibo
crezco
No tomo forma
soy mi forma
Yo no persigo
no promuevo
Yo soy
y voy a ser
La única verdad
Me dices
que el mundo
es así
y que yo
me lo imagino
en cambio
como deseo que fuera
¿Pero cómo
podría
soportarlo
si no se me ocurriera
que puede
--aún en sueños--
llegar a ser
distinto?
(Fuente: Al pial de la palabra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario