Hijo del viento y del fuego
Umbral del campo
asomarse a la puerta del paraíso
allí surge de la tierra la medicina
la medicina gratuita pura purísima
recuerdo que los papagayos emitían sus sonidos
anunciándome en su lengua tu nacimiento
yo hijo del viento y del fuego
celebro el ingenioso
parto de un elefante
el rincón del mundo de donde vengo
es así de mágico de sencillo.
Por respeto al Orden
la luna vela en cada sombra:
cómo tocar el tambor
sin la fuerza de la luna
cómo caminar en el bosque
ir a buscar nuestra pareja
sin el ojo luminiscente de la luna
la pareja encontrada se deja besar
bajo su misteriosa vigilancia.
Al nacer un niño
los ancianos
lo presentan a la bendita
cara de la luna
y piden para él que permanezca
a salvo de toda enfermedad.
Incluso de este exilio.
asomarse a la puerta del paraíso
allí surge de la tierra la medicina
la medicina gratuita pura purísima
recuerdo que los papagayos emitían sus sonidos
anunciándome en su lengua tu nacimiento
yo hijo del viento y del fuego
celebro el ingenioso
parto de un elefante
el rincón del mundo de donde vengo
es así de mágico de sencillo.
Por respeto al Orden
la luna vela en cada sombra:
cómo tocar el tambor
sin la fuerza de la luna
cómo caminar en el bosque
ir a buscar nuestra pareja
sin el ojo luminiscente de la luna
la pareja encontrada se deja besar
bajo su misteriosa vigilancia.
Al nacer un niño
los ancianos
lo presentan a la bendita
cara de la luna
y piden para él que permanezca
a salvo de toda enfermedad.
Incluso de este exilio.
en Entre sombra y ceniza (Ediciones Baile del sol, Madrid, 2012).
(Fuente: Asamblea de palabras)
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