jueves, 2 de julio de 2020

Jan de Jager (Buenos Aires, 1959)




EL ORIGEN DE LA POESÍA

 

El hombre enciende el fuego a la entrada de la caverna.
Por entre las nubes del oeste se despide el sol del anochecer,
se difunde el aroma de la carne asada.
Unas pocas gotas de lluvia atraviesan verticales
los rayos de luz rojiza que, horizontales, atraviesan el humo.
Los otros olores son de los cueros y de los cuerpos,
de tierra mojada y de madreselvas y de todo lo verde.
La hija de dos años atiza las brasas con un palito,
sacándoles chispas;
el hijo recién nacido toma la teta, adormilado.
La mujer dice
“undr”
que quiere decir maravilla.
Eso.


Víspera de Cancha Rayada



Con la mano se tapa los ojos,
porque le duele mucho una muela.
Intenta mirar por la ventana pero la luz es hiriente.
Abre la puerta y quedar encandilado le cuesta un triunfo.
Desesperado, tira del diente como un buey,
como quien enganchó un pez espada, o un dorado.
El pez sale del agua y el buey descansa,
le late la cabeza, le quedó una marca, un hueco en la boca.
lo tantea con la mano y con la punta de la lengua.
Metálico gusto rojo.
En la mesa apoya un bagre todo cariado.
 
 
 
(Fuente: Meta poesía)

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