viernes, 3 de julio de 2020

Dino Campana (Italia, 1885-1932)



Viaje a Montevideo

 

Yo vi, desde el puente de la nave,
desvanecerse
las sierras de España, ocultando
dentro del crepúsculo la tierra de oro
como una melodía
azul, y en la orilla de los cerros aún temblaba una violeta.
La noche celeste languidecía sobre la mar;
también los dorados silencios de las alas, hora tras hora,
cruzaron lentamente azules...
Lejanos, teñidos de varios colores,
desde los más lejanos silencios,
cruzaron en el anochecer los pájaros de oro: la nave,
ya ciega, cruzaba golpeando la tiniebla
con nuestros corazones náufragos,
golpeando la tiniebla las alas celestes sobre la mar.
Pero un día,
subieron a la nave las graves matronas de España,
las de los ojos turbios y angélicos,
las de los senos grávidos de vértigo. Cuando
en la profunda bahía de una isla ecuatorial,
en una bahía bastante más tranquila y profunda que el cielo nocturno,
vimos surgir en la luz encantada
una blanca ciudad adormecida
a los pies de unos picos altísimos de apagados volcanes,
en la sofocante atmósfera del ecuador: hasta que
después de muchos gritos y sombras de un país ignoto,
después de muchos crujidos de cadenas y de mucho encendido fervor,
dejamos la ciudad ecuatorial
hacia el inquieto mar nocturno.


Marchábamos, marchábamos durante días y días: las naves

graves, blandas sus velas por los cálidos soplos, pasaban lentas:

se veía sobre la toldilla, bronceada, a nuestro lado,

una muchacha de la nueva raza,

¡con los ojos brillantes y los ropajes al viento! Y he aquí que, salvaje,
al final del día, apareció
la orilla salvaje, allá sobre la marina sin fin:
y vi como yeguas
vertiginosas que se perdían en las dunas,
hacia la pradería sin fin,
desierta, sin las casas humanas,
y nos alejamos huyendo de las dunas, hasta que apareció
sobre un mar amarillo, la portentosa riqueza del río,
la capital de la marina del nuevo continente.
Limpia, fresca y eléctrica era la luz
de la tarde y allá las altas casas parecían desiertas,
allá abajo, en el mar del pirata
de la ciudad abandonada,
entre el mar amarillo y las dunas...
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incluido en Antología esencial de la poesía italiana (Editorial Espasa Calpe, Madrid, 1999, selecc. de Luis Martínez de Merlo, trad. de Antonio Colinas).




(Fuente: Asamblea de palabras)





 

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