Alces la piedra que alces...
tú despojas
a los que necesitan la protección de las piedras:
desnudos,
renuevan de inmediato la trama.
Tales el árbol que tales -
armas
el lecho sobre el que
las almas de nuevo se acumulan,
como si no temblara
también este
eón.
Digas la palabra que digas -
das gracias
a la perdición.
en De umbral en umbral (1955)
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