Nuestras vidas son Suizas...
tan quietas, tan frías,
hasta que, una tarde extraña,
los Alpes se olvidan de sus cortinas,
y miramos detrás.
Italia está al otro lado,
mientras, en medio como un guardia,
los Alpes solemnes,
los Alpes sirenas,
se interponen para siempre.
Trad. José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal.
(Fuente: Asamblea de palabras)
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