domingo, 15 de septiembre de 2019

Miguel Gaya (Argentina)



ESTAMOS HABLANDO DE EZRA POUND


una cara de la moneda
está abierta a los vientos, la otra
es abrasada por el sol. en cualquier caso
esas caras cambian
y la pregunta es
si la moneda cambia o
si las caras de las monedas son
la moneda, erosionada. o
si la moneda existe
sin la corrosión del tiempo.
esto es lo que yo llamo
preguntas pertinentes
sobre la
economía de la política.

cuando a Ezra Pound lo encerraron en una jaula
y lo exhibieron para regocijo y espanto
de las almas buenas
el problema de la corrosión del tiempo en nuestras caras
se puso en evidencia.
¿podía ese anciano caballero expiar sus culpas colgado ahí o
estaba ahí para brindarnos la certeza
de nuestra inocencia?
así, el viejo anatema de expulsar a los poetas
lejos de la ciudad
se ha resuelto
para alegría y piedad de las almas buenas:
dejad que gocen y retocen en los parques porque
a prudente distancia tenemos
nuestras jaulas.
Pero
a prudente distancia
nuestras monedas
exhiben
cara al sol
y cara al tiempo
sus rugosidades.

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