miércoles, 24 de noviembre de 2021

Rossella Di Paolo (Lima, Perú, 1960)

 












Balneario de invierno



Mar en desuso
abandonado en la playa
entre restos de barcas y pelícanos.
 
El malecón se pasea, antiguo,
del brazo con el viento
detrás de una lluvia de memoria desgarbada.
 
Hay un muelle desdentado
tumbado bajo las gaviotas
y este aire endurecido
con un tufo amargado de salitre.
 
Fantasmas que recurren a las bodegas
a apostar ojeras
genuinas
del más puro sueño de oriente.
 
Mar: habría que repintarte
       y lustrar tu superficie.
       (qué dirían de ti
        tus futuros inquilinos)

~


El sueño



El sueño encendió un pájaro
y hubo que raspar carbón de nuestros dedos
y llorar lejos.
 
El sueño vaga pensativo acariciándose las alas,
abrasado.
 
Sólo nosotros sabemos de su ojo glacial y su ceniza alta
e intacta como un beso.

~
 

Las altas distancias


Si yo escribo tu nombre en la arena
y tú escribes mi nombre en la arena
pero en otra playa
es que hemos descuidado las cosas
hemos dejado crecer el mar como hierba mala
y habrá que arrancarlo con cuidado
hasta allanar la arena de esa playa
donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo
que está escribiendo el tuyo despacito.

***

 


Crear en Salamanca
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

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