lunes, 29 de noviembre de 2021

Guadalupe Grande (Madrid, España, 1965 - 2021)

 

EL RASTRO

 

Somos materia de extrañeza

quién nos lo iba a decir nosotros

que hemos sufrido tanto

Pero nuestra memoria no arde

y ya no sabemos morir

 

Memoria de la vida,

memoria de los días y la vida,

cuchillo que abre el mundo

esparciendo unas vísceras que no consigo descifrar.

 

Memoria de las tardes y la luz,

alumbras la mirada

eres el vigía implacable,

la brújula severa, el testigo carcelario

que anuda el tiempo en su mazmorra.

 

Qué buscas, memoria, qué andas buscando.

Me sigues como un perro hambriento

y tiendes a mis pies tu mirada lastimera;

husmeas, perniciosa, en el camino

el rastro de los días que fueron,

que ya no son y que jamás serán.

 

Te arropan los andrajos de la dicha

y la desolación te ha vuelto precavida;

memoria de la vida, memoria de los días y la vida.

 

AZOGUE

 

Vivimos de costado

pasamos de puntillas

Gracias a dios nadie quedará para recordar

en nombre de quién

habrá de dirimirse la venganza

 

Cuando el tiempo se escapa sin rostro de las manos

dejando un polvo amarillo en el azogue

es menester estar atentos.

Cuando los días huyen a hurtadillas

despreciando nuestro estupor

(mientras se pudre el grano en el almiar)

es menester ser precavidos.

Cuando la vida se oculta en los rincones

y no hay perro de caza que pueda hallar su rastro

solícitos acudimos a las puertas del miedo.

 

El bosque de certezas ardió hace tres noches.

Y yo he venido a pregonar

la escarcha de la duda.

...

 

MEDITACIÓN

 

Aturdidos de tanto saber

y de no entender nada

las cenizas de la memoria

se esparcen en el aire

 

Una cucharada más de polvo,

tan sólo otra cucharada de nostalgia.

Abre la boca, niña, come y calla.

Cruel alimento es la nostalgia,

naufragio desolado de la vida,

espejo injusto e insaciable.

 

Otro bocado más, niña, mastica y traga.

 

El vuelo

La vida nos sabe a poco

el mar no nos basta

Somos un signo de interrogación

que ha perdido su pregunta

 

Y sobre todas las tristezas

el vuelo ensimismado del trapecio

 

-pronuncié tu nombre más solitario

tu nombre hecho de ausencia

mínimo conjuro de sílabas que nombra

la falta sin límites de tu tamaño

palabra inhóspita que lleva

a una región de aire

en la que el equilibrio es un calvario

 

-conozco bien esta vocación de aire

esta opulenta miseria

este esplendor de la tristeza

este ultraje de las redes y del tiempo

Conozco bien el desatino

de las palabras que nombran las ausencias

 

Huir es regresar eternamente

...

 

 

(Fuente: La Parada Poética)

 

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