jueves, 25 de noviembre de 2021

Jorge Aulicino (Buenos Aires, Argentina, 1949)

 

El fantasma de la estación de transferencia


 

Se creía en otros tiempos que aquí moría el espíritu.
Pero no.
Esa empresa no puede lograrse.
La muerte del espíritu pudo ser imaginada a partir de sitios
como este,
una estación de transferencia de residuos,
un amontonamiento de lo vano, destazado y fortuito.
Como una trinchera donde al fin las gentes se hacen pedazos,
lo cual ya eran.
Heme aquí, como resplandor o voz o insinuación o movimiento
en la basura, que ha de ser de aquí llevada a los sitios
de "disposición final", tan evidentemente parecidos,
en su formulación, a un cementerio.
Heme aquí y allá contribuyendo con otros espectros
a golpear puertas las noches de viento
y a embargarlos de una depresión irracional
a bordo de un vagón del subte, o metidos en la cama
sin que medie recuerdo ni imágenes, cuando todo es vacío.
Y ustedes, sombras terribles de lo que fue y será.

 

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