domingo, 28 de noviembre de 2021

Josephine Jacobsen (Canadá, 1908 - Maryland, EEUU, 2003)

 

EL POEMA EN SÍ MISMO

 

Desde el silencio perfecto estalló silenciosamente.
Cuando los brillantes restos se aquietaron,
allí estaba.
Invisible, inaudible; sólo
los trazos de tinta lo delataban.
Delatar es la palabra.
Desde allí se desplazó hasta la miseria,
virgen real en un prostíbulo,
improbablemente intacta.
Tuvo sus seguidores, proxenetas, incluso
sus amantes. El hombre responsable
murió, finalmente.
Cuando el polvo de su cerebro abandonó los huesos,
el vínculo se rompió. Escapó hacia sí mismo.
Ya no respondió.
En la estantería, junto al tictac del reloj, en los negros
rimeros de medianoche: ahí está. Una luna
para todas sus mareas.
 
 
____________________
en “In the Crevice of Time: New and Collected Poems”, Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1995. Trad. de Jonio González. 
 
 
 
 

THE POEM ITSELF

 
From the ripe silence it exploded silently.
When the bright debris subsided
it was there.
Invisible, inaudible; only
the inky shapes betrayed it.
Betrayed, is the word.
Thence it moved into squalor,
a royal virgin in a brothel,
improbably whole.
It had its followers, pimps, even
its lovers. The man responsible
died, eventually.
When the dust of his brain left the bones
the bond snapped. It escaped to itself.
It no longer answered.
On the shelf, by the clock's tick, in the black
stacks of midnight: it is. A moon
to all its tides.
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

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