martes, 22 de septiembre de 2020

Horacio Preler (La Plata, Buenos Aires, 1929 - 2015)

 

 


Símbolos

Un extranjero recorre las calles
de una ciudad desconocida.
El misterio se encierra
en los extraños laberintos.
Los hombres pasan unos junto a otros,
sólo los viejos conocidos se saludan
con las ceremonias de costumbre.
Nos entendemos pobremente,
apenas delineamos los contornos del gesto
articulando símbolos heroicos
para superar el desamparo.

Fuente: Lo abstracto y lo concreto, Horacio Preler, Ediciones Dead Weight, Buenos Aires, 1973.
 
 


Mediocridad

La natural mediocridad a todos nos concierne,
nos acompaña en las extrañas actitudes
con que desarrollamos una idea.
Es el atuendo insospechado del concepto,
la libertad del incipiente ser
que elude su propio fundamento.
Es más aún,
la posibilidad de morir sin estridencias.

Fuente: Lo abstracto y lo concreto, Horacio Preler, Ediciones Dead Weight, Buenos Aires, 1973.
 
 


La muerte de un poeta

Un poeta muere como cualquier hombre.
Se desploma de pronto
o padece una larga enfermedad.
Abandona entonces a sus hijos,
sus afectos y sus pequeños lujos:
su infancia,
la carta de un amigo
y algunos libros que lo encallecieron.
Además,
los poemas que nadie escribirá por él.

Fuente: La razón migratoria, Horacio Preler, Editorial Cuarto Poder, 1977.
 
 


El señor Gianni

Todas las tardes junta las hojas
que el viento ha volteado
y las mete en un hoyo.
Enciende una fogata y espera.
Después riega las plantas,
va de aquí para allá
atento a cada extraño brote,
cuidando que todo crezca en orden,
que nada perturbe su labor,
como un dios que no ha perdido la esperanza.

Fuente: La razón migratoria, Horacio Preler, Editorial Cuarto Poder, 1977.
 
 


Casa vacía

Alguien alguna vez hará el inventario de las cosas,
levantará papeles, abrirá los cajones de un escritorio
antiguo, revisará bibliotecas, estanterías,
muebles, aparatos usados, buscando explicación
a tanta fantasía.
Nada perdurará para dar testimonio.
Uno se lleva todo. Sus historias,
la clave de sus miedos, la lóbrega codicia,
la indiferencia, el odio,
los almanaques viejos.
Entonces encontrarán escobas en todos los rincones,
trapos de piso, humedad,
los restos de comida que han quedado en el plato.

Fuente: Lo real, nuestra casa, Horacio Preler, edición del autor, 1991.
 
 
 
 
 
 
 
 
(Fuente: Los poetas no van al cielo)

 

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