sábado, 15 de febrero de 2025

Mary Ruefle (Pensilvania, EEUU, 1952)

9 poemas de Mary Ruefle

 

Hablar con desconocidos

 

¿Ves manchas solares? ¿Un amor terrible y poderoso
donde no lo hay? ¿Una grulla damisela hablando con un pato
lama? Muy interesante, pero ahí no hay nada.
Alguna gente agarra rosas eléctricas y las planta en un campo
para bajar el campo a la tierra.
No tiene nada de malo. Soltá el libro.
Mirame cuando te hablo. Soy la máscara de oxígeno
que baja y cuelga en la cabina del avión.
Estoy acá para ayudarte a ser charlatán.
No me interesa tu familia: ni tu mamá,
ni tu papá, ni tu hermano, ni tu hermana, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu amante,
ni tu perro. En Francia, antes la gente se suicidaba
si una cena con amigos salía mal. Es una gran idea.
¿Te interesan los huérfanos que al final
son reyes, o los reyes que quedan en la nada?
¿Cuál es la diferencia entre mirar y ver?
Quítate tus atuendos. Perdón, pero las tortugas cabezonas
de la costa de Carolina se van para África esta noche.
En su defecto, ¿no te gustaría una pera bien helada?
Entrar en un negocio es como entrar
en el delicado estribillo de un poema de Navidad.
¿Qué más podrías querer? Siddharta dijo
que alguien que te roza en la calle
comparte una experiencia con vos por quinientas vidas.
¿Se puede decir que las botellas que se mecen en alta mar
se mueven?

 

Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib

No hay comentarios:

Publicar un comentario