Quédate
en ésta isla de fe
que deja tus migas en mis ojos
que tu tumba mire el mar pero ahora
quédate en este minuto indisoluble
que no turbe la luz tu antiguo miedo
y siéntate junto a mí
el tiempo suficiente de las cosas
ningún viaje puede llevarte a esta calma
necesitamos descansar de los abismos
mira cómo cae la guillotina de hierro
que divide la vida y la muerte
todos somos todos a cierta hora
en todos permanecemos
todos están hoy adentro nuestro
se disuelve la sucesión de días y noches
escritas en las rayas del tigre
quédate
en ese vestido que te incendia
en la hamaca vacía del parque
en las farolas que en la avenida cantarán
la historia de éste pueblo
en las flores necesarias que se abren
en la noche.
(Fuente: Grata Palabra)
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