Charla breve sobre el hedonismo
La belleza me desespera. Ya no me importa por qué, sólo
quiero escaparme. Cuando miro París, me vienen ganas de
agarrar la ciudad entre las piernas. Cuando te veo bailar,
hay una inmensidad despiadada, igual que un marinero en
medio de una mar totalmente serena. Toda la noche brotan
en mí deseos redondos como duraznos. Ya no recojo lo que
cae.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
No hay comentarios:
Publicar un comentario