Selección de poemas de Anábasis
No
sé qué es esto que te pronuncia en el azar de mis venas,
esto
que descubre tu caligrafía marcando las paredes de mi respiración,
esto
que me llama a hurgar bajo la blanca ceguera que te cubre.
Padre,
no sé qué es esto que sorprende en mis manos las ruinas impares de tu
sombra.
...
Tu muerte,
esa tierra
amarga que hallaste un día aferrada a tus pies,
eso callado
que hace lentamente su rostro en el tuyo.
...
¿Y de qué
vale ahora, dime, esa desnudez del pensamiento, el ademán que se cubre con la
ceguera de sus techos, que labra su propio sepulcro,
contra eso
que me deja su bautismo de sal en la frente,
y busca
abrir su boca en la mía?
...
Tu lengua
tallada por el hambre es la mía, Padre;
la misma
donde se oculta mi nombre esperando ser nada más que aliento,
la misma que
ya no sabe articular sonidos y retiene solamente este sabor a tiempo que se
quema.
(Fuente: La parada poética)
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