viernes, 3 de enero de 2025

Almafuerte (Pedro Bonifacio Palacios, San Justo, 1854 - La Plata, 1917)

 


 

“Piu Avanti”


 
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
 
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
 
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
 
necesita del agua y no la implora…
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

 

En “Siete sonetos medicinales” publicados en la primera década del siglo XX.

 

(Fuente: Daniel Grozo)

Naomi Shihab Nye (Missouri, EEUU, 12 de marzo de 1952)


 

BONDAD 

 

No sabrás lo que es la bondad
si no has perdido nada antes,
si nos has sentido el futuro disolverse,
como sal en un caldo frágil.
Lo que tenías en tu mano,
lo que contaste y guardabas con recelo,
todo eso debe irse para que sepas
lo desolado que puede ser el paisaje entre
las regiones de la bondad.
Como, viajas y viajas,
pensando que el ómnibus nunca se detendrá,
que los pasajeros que comen pollo y maíz
mirarán por la ventana para siempre.
 
Antes de comprender la tierna gravedad de la bondad
debes viajar allí donde el indio con el poncho blanco yace muerto al costado de la ruta.
Debes pensar que podrías ser tú,
que él también era alguien que viajaba
por la noche con planes
y el sencillo aliento que lo mantenía vivo.
 
Antes de conocer a la bondad como la cosa más profunda
debes saber que el dolor es la otra cosa más profunda. Debes despertarte con tristeza.
Debes hablar con ella hasta que tu voz
se entreteja en la red de todas las tristezas
y veas el tamaño de la trama.
 
Entonces sólo la bondad quedará en pie.
Sólo la bondad, que te ata los zapatos
y te envía al mundo a contemplar el pan.
Sólo la bondad que levanta su cabeza
de la multitud del mundo para decir,
es a ti a quien he estado buscando,
y luego va contigo a todos lados
como una sombra o un amigo.
 
 
(Fuente: OFICIO DE POETA)
-

Tania Favela (México, 1970)

 

 Tania Favela | México - La Ubre Amarga

 

 

 

Me gusta ese sonido  ─la sombra de las hojas tras la luz del cristal─  el viento que no se ve  

el arrastrar de hojas que no se ve ─se oye el aullido del perro, el canto del gallo ─y no se ve

afuera retumban sonidos sordos claros 

                                (adentro) la voz opaca   (la voz que se expande hacia adentro

como voz que se expande)

me gusta el sonido      las sombras de las hojas       la voz que en círculos pequeños cae 

la sombra de esa voz  ─ hoja que cae al interior─  y no se ve.

 

*

 

Al fin en nuestros hombros erramos por el mundo    (dices)    (dijo)

dices que dijo       al fin en nuestros hombros erramos por el mundo

desde lo oscuro habló (dices)    desde el sueño la voz dijo  (sin sonido)

porque el sueño no suena            el sueño sueña la voz que dice    

                          al fin en nuestros hombros erramos por el mundo      

            al fin en nuestros hombros (dijo) erramos    

 al fin nosotros erramos en el mundo        

             al fin  (dices)  nuestros hombros caminan livianos de su carga.

 

*

 

Sonaba quieto  (ahí adentro)   endurecido   flotando afuera

(ahí) dijo la voz:  ahí hubo y ya no    estuvo y ya no

otra vez (dicen que dijo la voz): que no cese   ─que no se rompa─

                                             ese hilo del hombre   (dijo) 

el miedo sonaba quieto    sonaba río    sonaba piedras cayendo desde lo alto

sonaba flores     flores para el oído (dicen que dijo la voz)

                                                                       taladrando hacia adentro

que no se rompan  (dijo)  esas flores esas bocas que flotan ahí adentro endurecidas

                                     demora sí demora (dijo) el mundo   ─todo─   ojos y oídos

aspereza también   lo que falta es eso (dijo)  

                                                            la mare és tot  ─figúrate─ sin desvío ni nada.

 

*

 

Algo se pone en movimiento   algo rueda   gira 

sigue su curso errático  alguien camina  se lanza  corre   

algo alguien se desplaza  algo gira  da vueltas   vuelve   

anda siempre al azar   sin rumbo fijo    una manzana

un trompo ahí gira   un viejo camina por una senda 

kilómetros y kilómetros   ─ hacia adentro ─   

un viejo camina   gira   se lanza  (anota)

“todo lo que veía me invitaba al viaje”   

 ─ traza un mapa ─  ahí cada monte  cada río  

 cada recodo del tiempo       allí la manzana gira

trazando pequeños círculos    el trompo rápido 

casi en el mismo lugar gira como detenido       

gira casi lanzándose al aire     un pájaro se desplaza 

allá arriba   (afuera)    un avión traza una línea

adentro    algo alguien gira en su interior     

sigue su curso errático     sin rumbo fijo    

un coche     una manzana    salen entran a escena

 ─ trazan un mapa ─ ahí  la vida continúa.

 

*

 

Se lanzan imperturbables al vacío      los pájaros      se lanzan

imperturbables    (siente el pulso del tiempo)   es octubre 

y no hay ninguna red            sólo el instinto que sigue el curso

del día        del día a la noche      ahí       así     (desata el nudo)

como lo hicieron los hombres de antaño que se lanzaban  así

adentro       afuera         imperturbables          (desata el nudo)

es más que tres palabras       es más que un juego de lenguaje

tres pájaros        uno detrás del otro        siguiendo  el impulso

el pulso del tiempo   es octubre     la mañana fría  

                    sin redes                 se abre

 

 

*

 

Tente recto. Eso es todo.

          Zhuang zi

 

Mantente recto. Eso es todo  (dice el Tao)  mantente quieto    

mantén tu mente en tus tobillos  (dice)   mantente recto    

ahí los pies piensan   ahí la cabeza se aleja   ahí mantente  

(adentro) quieto    (afuera) recto   mantente en tus tobillos

la cabeza lejos    los pies piensan     ahí los pies

piensan    ahí camina la cabeza   ahí las manos suben   

los dedos se estiran hasta alcanzar el cielo   

                                                 ahí los pies se enraízan

árbol con ramas frondosas hacia arriba    con flores    

ahí no hay tristezas   ahí hay flores   un árbol   pies   

los tobillos firmes  flexibles  ahí está el viento  su vaivén   

el viento   los tobillos firmes   los pies piensan 

la cabeza lejos    ahí hay flores

                                           ahí hay flores.

 

*

 

Se trata de alguien que trata de anudar una red

               de alguien que toca apenas con la punta del dedo           de una señal

   de huidas        “casi todo me podía tocar”

                                                   de cristalitos sueltos          de residuos

                de un desplome    

de lo que a uno no le queda más remedio       ─de eso se trata─

                                                                                            de buscar una voz o voces

o mejor un rumor que se repita          aire articulado   

  incongruente y sin elegancia

                            [ruidos-silencios-ruidos-silencios]

se trata de alguien que alza la voz para decir 

                                                                      (siempre detrás del sueño):

                                     eres un lazo, nunca de palabras 

                                     o regresando de colores hacia atrás

 

*

 

están hablando en coro

       recordando la historia del mundo 

           (un mundo)   que gira en lo impreciso del acaso

                       ─ el crujido del sí ─

         como chasquido de lengua

                           que se estanca en la punta de un pensamiento

        cuenco o caparazón

                            del creo y no creo

                    ilusión de lo cierto-incierto

                         que va  ─ en un hacia adelante ─

                                       (desmedido)   buscando el rumbo

 

*

 

puesto entre paréntesis (el mundo real)

       el como sí persiste   ─ así lo dicen ─

y alguien allá atrás grita “nos han robado

        el tiempo”    punto por punto

 un reflejo como el sol contra el vidrio

      “fantasmea”   el tiempo…

               grillos en la hierba

                      grillos (a destiempo)

         entre las cosas apenas mesurables

                             la vida se desliza

 

 

Tania Favela, poeta y ensayista. Doctora en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Cofundadora del Sello Editorial Salto de Mata. Actualmente es académica de tiempo completo de la IBERO.

 

 

 

 (Fuente: Laubreamarga.martadero.org)

 

Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949)

 

UN POEMA SIN MORALEJA



El maestro desarrolla su pensamiento
paradojal sobre la masa y el héroe 
 
a saber:
 
Las tensiones opuestas hacen la diferencia entre el
héroe y la masa:
la pulsión de la masa es la negación, dijo el sabio
bajo el sicomoro. Confucio ha de servirnos
cuando solo cambia una palabra para cambiar la historia,
según recuerda Brecht, y llama ejecución a la muerte
de un tirano.
 
La masa niega, el héroe afirma.
Lleva la maldita afirmación a un chillido de ganso
mientras mueve sin parar el plumaje,
hasta hartarnos.
 
Ved en el psicoanálisis deseo y heroicidad, considerad
a Maradona y la destrucción: yo digo, y como soy la
   masa lo escribo en el aire:
el héroe cansa,
abruma, desgasta los tímpanos,
raya nuestros globos oculares,
no nos deshacemos de él ni muerto:
desde la fauces del león de Nemea
sigue rompiendo el esplendor de la tarde.
¿Quién puede vivir con un héroe gritando en la terraza?
La masa
en cambio eleva sus sombras,
la sombra semeja garras o puercoespines,
peines o suturas,
cavernas o naves,
gatos o navidades,
y este es el gran temor que despierta:
su ductilidad, su amoldamiento,
su mímesis que amenaza el pensamiento
de la pax en las aldeas, nada eterno.
La masa es el cambio y el héroe la roca.
 
 
 
En  "Revolución, divino tesoro", inédito

 

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

Una vieja
mira. 
 
El perro
olisquea
un poste de luz
y se pone a cagar.
 
En la parada de colectivos
dos chicas se agarran de los pelos,
se muerden y desgarran. 
 
Pasa un Renault 12,
embiste a una motito,
un flaco pierde la cara,
mueren dos niños
y al auto
se le desprende el paragolpes.
 
Un verdulero
agita la mañana
con su oferta
de compre una sandía
y le regalo un melón. 
 
El canal viene con un chorro
deficiente de agua
y los mosquitos crían larvas
y el municipio
pega afiches gigantes
con recomendaciones
para combatir el dengue.
 
Los concejales
que ni conocen el barrio
pasan las horas de trabajo
con el aire a full.
 
En el Juzgado de Paz
se rascan los huevos
cinco meses al año
y cuando vuelven a casa
dicen estar cansados.
 
El kiosquito del Loco Mareca
expende más merca
que chicles o barritas de cereales.
 
Los crotos del campito
piden algo de comida
y te roban los broches
de la ropa
y algo de bronce si pueden.
 
y los papeles negociables,
y las letras de cambio,
y las propiedades territoriales
y particulares,
y la balanza de pagos
y el derroche de los cancilleres,
y la renta agrícola
como así la pesquera,
al por ahí,
como poder físico
que busca
hacerse obedecer.
 
Perro que caga,
vieja que mira:
equilibrio del blues
en la prosperidad
y las luces que se apagan
de un soplido,
soberanas. 
 

- Inédito -

 

Alejandra Méndez Bujonok (Santa Fe, 1979)

 

Puede ser una imagen en blanco y negro de 1 persona


DOS POEMAS



Mi madre cuenta que canto desde la panza,
que en la espera ella sentía percutir mi corazón.
Mi madre cuenta que canto desde pequeñita,
que me sabía todas las propagandas de la televisión.
Que tarareaba melodías inventadas ta ta ta
mientras hacía mis deberes, y por eso,
nunca los terminaba. Nunca
terminaba nada, ni de cantar,
  y pienso
  que sigo igual.
En ese ímpetu exhalo, mi madre,
  a veces por demás
y la voz se agolpa desesperada
por seguir cantando,
aunque duela.
---
Del libro inédito "La afección"
 
*****
 
Toda luz, todo fondo
Toda luz, todo fondo
me lleva en sabanas
de piel algarrobo
a la ribera.
 
Silencio que se hace carne
en línea inrecta
hasta la quilla de las aves.
 
Al Colastiné bebemos por paisaje
las poetas de viento húmedo.
 
La pampa gringa de los inundados,
que saben que el sauce llora
como lloran las viejas olvidadas,
como llora el río y la dejeza.
 
Que entroncadera zurrumba
peregrina cruje la madera.
Que como dice Fournier:
es un “inútil afán de huesos”.
---
Del libro "Tarde Abedul"
 
(Fuente: Tema: Poesía)

 

Georg Trakl (Salzburgo, Austria, 1887 - Cracovia, Polonia, 1914)

 

«A los enmudecidos»

 

Traducción de Juan Carlos Villavicencio



 

 

Oh, la locura de la gran ciudad, cuando al anochecer 

junto al negro muro acechan los árboles raquíticos, 
a través de una plateada máscara mira el espíritu del mal;
la luz con un magnético flagelo desplaza a la pétrea noche.
Oh, el hundido tañido de las campanas al anochecer.

Puta, que en álgidos escalofríos engendra a un niñito muerto.
Frenética azota la ira de Dios la frente del poseído, 
peste púrpura, hambre que rompe los ojos verdes. 
Oh, la espantosa risa del oro.

Pero silente sangra en una oscura cueva la muda humanidad,
y forja con duros metales la cabeza salvadora.



en Sebastian im Traum, 1915




en Grodek (antología), Descontexto Editores, 2014







(Fuente: Descontexto)

 

Roberto Themis Speroni (La Plata, 1922 - 1967)


 

 

Soneto a la paloma que maté de niño

 

Todavía conservo entre las manos
el pequeño temblor de tu agonía
y tu cuerpo de luz, donde cabía
la forma de los aires provincianos.
 
Herido ante un aliento de manzanos
cayó tu corazón, y el mediodía
se quebró en tu garganta y en la mía
con dolores opuestos y lejanos.
 
Dejé tu muerte azul bajo un ciruelo.
El verano cruzaba por el cielo,
jinete de un delgado escalofrío.
 
La infancia se me fue con el asombro:
por eso, cuando en pájaros te nombro
tu corazón regresa con el mío.


(Fuente: Daniel Grozo)

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

La poesía
como entrega
y renta
de natura.
Como circulación
o cultivo,
venal sensibilidad
en apuros
y de hacerse monetaria
por el orden
y la aproximación de los objetos
que la lógica
anheló
y perpetuó en el olvido.
Como
un extraño ser
que la biología
dejó en manos
de Plinio el Viejo,
o en ese confuso
y esplendente
manicomio de necesidades
e inherente esterilidad
volcado y en reforma utilitaria. 
 
Agudeza de la riqueza,
momia. 
 

- Inédito-

 

Visnja Milohnic Roje (Belgrado, Serbia, 1932-Santiago, Chile, 2011 )

 

Puede ser una imagen de 1 persona y sonriendo

 

VEJEZ

 

Mi ángel de la guarda envejece:
sordo y somnoliento.
 
Un pájaro solo ya no canta y viene a mi ventana
 
En mis manos
aparecen sombras de un desconocido continente;
mis piernas se rebelan, los ojos sólo ven claro
los recuerdos
pero se velan a la luz presente.
 
Se han ido los amigos envueltos en su capa.
La columna es cada vez más pequeña,
se aferra a la piel del rostro,
a su sonrisa.
 
El río caudaloso ya no trae agua.
 
 
______________________
en "Poemas/Pjesme", Ril Editores, Santiago de Chile, 2015. Trad. del croata, Zeljka Lovrencic. En la imagen, Visnja Milohnic Roje (Belgrado, Serbia, 1932-Santiago, Chile, 2011 )
 
 

STAROST

 

Moj anđeo čuvar stari:
gluh i sanjiv.
 
Osamljena ptica više ne pjeva i ne dolazi na moj prozor.
 
U mojim rukama,
pojavljuju se sjene nepoznatoga kontinenta;
moje se noge bune, oči jasno vide
samo
uspomene,
ali
bdiju nad postojećem svjetlosti.
Otišli su prijatelji obavijeni svojim ogrtačima,
kralježnica slabi,
priljubljuje se uz kožu lica,
uz njegov osmijeh.
 
U bogatoj rijeci više nema vode.
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Elias Moro (Madrid, 1959)

 

Elias Moro de www.revistarotula.es

 

LA MALETA DEL VIAJERO 

 

En esta maleta guardo mis cosas:
el viejo pijama, regalo de mi madre, que nunca me puse,
un trozo de sol en el hombro de ella,
una piedra que sabe del agua más que los peces mismos,
los primeros dientes que mis hijas perdieron,
poemas de amigos que ya no son ni están, pero permanecen,
los ojos, también de ella, cuando anochece,
un telegrama que anuncia desastres,
el jersey de lana de un amigo muerto,
una música antigua de violines y pianos,
la voz de ella para hablarme de todo esto allá donde vaya
y una cuerda de cáñamo
por si tengo que huir de mí mismo
o ajusticiar a un miserable.
Espero no haberme olvidado de nada:
siempre se olvida algo al cerrar una maleta,
pero nada es importante si se olvida.
 
 
(Fuente: La Parada Poética)

 

Vicente Huidobro (Santiago, 10 de enero de 1893 - Cartagena, 2 de enero de 1948)

 

Puede ser una imagen de 1 persona

 

VOCACIÓN DE ALTURA

.

Es inútil andar por el desprecio con el desprecio a cuestas
Es inútil marchar por el cielo y con el cielo
al hombro
Es inútil ser mar con grandes alas
como noches
Nunca la verde pluma solitaria tan alta
y musical
Calmará sus anhelos ni las rocas violentas
del planeta
 
El viento pasa a través del esqueleto
Hace sonar marfiles al fondo del tiempo y
de mi soledad
Bate alturas derramadas y llantos de lejanas circunstancias
Tiene tanto sabor de cielo malherido
Que la voz se acaricia como la sombra
de un barco muriéndose de angustia
 
Los árboles no cantan en sus orillas deseadas
Pero la noche tiene un agua suave
Hay cosas puras como el muerto
entre sus velas
Hay cosas dulces como la aldea
en sus ventanas y sus enredaderas
 
Hay cosas tristes como la lámpara de ciertas 
tumbas para leer un nombre
El viento pasa a través de los hombres
 
Y lleva el olor de su planeta
 
.
«𝘌𝘭 𝘤𝘪𝘶𝘥𝘢𝘥𝘢𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘰» (1941)
Vicente García-Huidobro Fernández 
 
(Fuente: Grover González Gallardo Poesía)


 

Gyula Juhász (Szeged, Hungría, 4 de abril de 1883 - Szeged, 6 de abril de 1937)

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PARIR 

 

.
Las rosas de mayo acaban de abrirse,
los saucos se han podrido y las lilas
están listas para luchar contra el caballo.
Descansó muchas veces y caminó con ruido sordo.
El hijo de Pöttöm caminaba lentamente
por el prado florido y cantaba.
Cuando llegaron cansados ​​a casa,
la luna estaba posada sobre el hombro azul
del cielo.
En el establo, sobre una suave cama,
las vacas con las ubres golpeaban, temblaban,
resoplaban, soplaban y se tumbaban a mirar
a las vacas con el vientre abierto.
Cuando los pilotes también dormían
y el poste del göncöl miraba hacia el sur,
el caballo estaba a su lado. Durante mucho tiempo lamió
a su gato con los ojos pegados.
El recién llegado dormía junto a su madre,
una pluma arrancada de una duna.
La paja nunca se extendió más bellamente,
la nieve y la leche nunca durmieron así.
Dawn llegó con un sombrero rojo,
saludó y luego se escapó.
El potro se levantó, sus patitas grumosas
temblaban como la espuma.
Y mientras
la mañana asomaba su nariz azul
por la ventana y los olfateaba,
hurgaba alegremente en el vientre
de su madre,
chupándolo con su rostro ceniciento.
Los lomboks crujían de un lado a otro,
las gallinas cavaban, felices,
las estrellas de pétalos dorados
se marchitaban de envidia.
 

 

(Fuente: Grover González Gallardo Poesía)

Héctor Viel Temperley (Buenos Aires, 1933 - 1987)

 

 

El silencio

 

Y va a romper, porque ya se hizo labio.
Y va a romper la ola en este instante.
Todo a lo largo de este mar es una,
y en lo más alto de su labio estira,
todo a lo largo de este mar, un filo
que me corta el aliento.
                          En este instante,
todo a lo largo de su filo el viento
corre de sur a norte, y como flecha
va haciéndole saltar blancas astillas,
va a largos saltos con sus plumas blancas.
 
En un instante, sólo en un instante,
emplumado y silbante, libre y bello
pasa ante mí el silencio.

 

(Fuente: Cecilia Pontorno)

Martín Adán (Lima, Perú, 1908 - 1985)

 


 
 
No soy ninguno que sabe.
Soy el uno que ya no cree
ni en el hombre,
ni en la mujer,
ni en la casa de un solo piso,
ni en el panqueque con miel.
No soy más que una palabra
volada de la sien,
y que procura compadecerse
y anidar en algún alto tal vez
de la primavera lóbrega
del ser
no me preguntes más,
que ya no sé…

 

(Fuente: Víctor Coral Cordero)

Solveig Von Schoultz (Parvoo, Finlandia, 1907-Helsinki, Finlandia, 1996)

 

Puede ser una imagen de 1 persona

 

CORAZÓN

 

Le dábamos centeno, no mucho,
lo suficiente para que no se cansase,
le dábamos agua, un dedal,
para que tuviese que recordar el manantial,
abríamos la puerta, ligeramente
para que el cielo le golpease el ojo
y fijamos un trozo de espejo en su jaula
para que viese directamente la nube.
Inmóvil permanecía con alas palpitantes.
 
Así cantaba.
 
 
____________________________
en "Poesía nórdica", Ediciones de la Torre, Madrid, 1999. Trad. del original sueco, Francisco J. Uriz. La imagen: Solveig Von Schoultz (Parvoo, Finlandia, 1907-Helsinki, Finlandia, 1996 / Minnesrunor).
 
(Fuente: Jonio González)

 

Pablo Seguí (Córdoba, 1973)

 

2 DE ENERO

 

No hay otra cosa. Mesa,
lápiz, cuaderno, libros
y un alma que se sabe
encerrada en un mundo
que acabará con ella,
ida la percepción.
Un mundo inabarcable
pero cerrado, sola
el alma con sus fintas
de algo más y el final
de aquel amor horrendo
que en vilo la tenía
y que ayer feneció.
Cosas, tan sólo cosas,
y el presente, irredento. 
 
 
(Fuente: https://vocablosinejercicio.blogspot.com/.../2-de-enero.html)

 

Leonardo Fróes (Brasil, 1941)

 

 

JUSTIFICACIÓN DE DIOS

 

lo que yo llamo dios es mucho más enorme
y a veces mucho menos complicado
que lo que llamo dios. Un día
fue una casa de avispas en la lluvia
que llamé así en el hospital
donde sentía el sufrimiento de los otros
y la paciencia casual de los insectos
que luchaban por construir contra el agua.
También llamé dios a una puerta
y a un árbol al que entré una vez
para cargarme de energía
después de una derrota estrepitosa.
Dios es mi grado máximo de comprensión relativa
en el punto de total desesperación
en que una flor se pone en movimiento o un perro
rabioso se me acerca solidario.
Y sigue siendo dios la palabra que atribuyo
a los instintos más hermosos, debajo de la lluvia,
notando que en este lugar de paso
ya brotó y se murió varias veces lo que yo llamo alma
y tal vez sea la calma
en la química de mis deseos
de ofrecer algo.
 
 
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
 
 
(Fuente: Daniel Freidemberg) 

 

Germán Arens (Bahía Blanca, Argentina, 1967)

 

De "La novela que no fue"

 


 
 
 
 
Desde la barda miré al pueblo por última vez
 
Obedeciendo a una decisión desesperada
algunos buscan la ruta.
¿Quiénes son los que escapan?
¿Irá entre ellos el hombre del que aprendí el funcionamiento de una 
dínamo?


*

La mente espera a que nos metamos en la cama
para dar vueltas y vueltas sobre aquello que nos ocupa.
El sol, al que según Nerval nadie ve en sueños
se incorpora a la noche ordenando mi inconsciente.


*

Anochecía. La 154 había sido recién asfaltada. El Renault se desplazaba 
en silencio. Siempre que viajábamos, como una manera de disimular 
la distancia, teníamos la costumbre de cantar. Agotado nuestro repertorio, 
mi padre contaba alguna de sus clásicas historias de viajante de comercio. 
Mi hermana dijo que detrás de los alambrados las cosechadoras parecían luciérnagas.


*

Se me ha hecho costumbre en las mañanas acariciar a Bolita y ver como se enrolla, 
parece un perdigón. Soy consciente de que no hago más que molestarlo y por eso se 
cierra. Lo acaricio como acariciaría a un perro. Quizás cuando me vaya de este lugar lo 
lleve conmigo y lo deje, si es aún posible, en algún lugar húmedo y oscuro, un lugar 
cubierto por una mantilla de hojas donde podrá reunirse con los de su especie y vivir lo 
que le quede de vida en compañía. No estoy alimentándome bien. Vivo en una
abstracción. Quisiera recobrar para mi cuerpo esos pocos días de conducta en que todo 
parecía venidero. 
 
 

En La novela que no fue, publicará Editorial Agnes, provincia de Buenos Aires

---
Foto: Barnacle Editores
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)