viernes, 31 de enero de 2025

Carlos Edmundo de Ory (España, 1923-2010)

 

"Dibujo del alma"

 


 
 
 
Muchas veces solito en mi sofá
tiemblo lejos del mundo tiemblo al fondo
del zumbido del ser saboreándolo
muchas veces

Muchas veces me aúpo me avaloro
acariciando el pecho de la noche
y el algodón precioso de la nada
muchas veces

Muchas veces relincho cuando huelo
la naranja podrida del abismo
y ejercito mi olfato respirando
muchas veces

Muchas veces poseo el equilibrio
de mi cero infinito y mi ultratumba
me sacudo las hojas de mi frente
muchas veces

Muchas veces mis labios especiales
obraron filigranas y losanges
y he pintado el vacío de color
muchas veces
 
 
 

Carlos Edmundo de Ory, incluido en Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000) (Galaxia Gutenberg Círculo de lectores, Barcelona, 2002, selec. de Eduardo Milán, Andrés Sánchez Robayna, Blanca Varela y José Ángel Valente).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)
 


 

Francisco Brines (Oliva, España, 1932-Gandía, España, 2021)

 Puede ser una imagen en blanco y negro de una persona

 

 

EL ÁNGEL DEL POEMA

 

Dentro de la mortaja de esta casa
en esta noche yerma con tanta soledad,
mirando sin nostalgia lo que en mi vida es ido,
lo que no pudo ser,
esta ruina extensa del pasado,
también sin esperanza
en lo que ha de venir aún a flagelarme,
sólo es posible un bien: la aparición del ángel,
sus ojos vivos, no sé de qué color, pero de fuego,
la paralización ante el rostro hermosísimo.
Después oír, saliendo del silencio y en tanta soledad,
su voz sin traducción, que es sólo un fiel entendimiento sin palabras.
Y el ángel hace, cerrándose en mis párpados y cobijado en ellos, su aparición postrera:
con su espada de fuego expulsa el mundo hostil, que gira afuera, a oscuras.
Y no hay Dios para él, ni para mí.
 
 
 
___________________________
en "Boletín de la Fundación Federico García Lorca", vol. 8, n.º 16, 1994 / "Entre dos nadas", Renacimiento, Sevilla, 2019. En la imagen, Francisco Brines (Oliva, España, 1932-Gandía, España, 2021 / Fundación Francisco Brines).

 

(Fuente: Jonio González)

Luis Rogelio Nogueras (La Habana, Cuba, 1944 - 1985)

 

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DEFENSA DE LA METÁFORA

 

El revés de la muerte (no la vida)
el que clama por agua (no el sediento)
el sustento vital (no el alimento)
la huella del puñal (nunca la herida)
Muchacha antidesnuda (no vestida)
el pórtico del beso (no el aliento)
el que llega después (jamás el lento)
la vuelta del adiós (no la partida)
La ausencia del recuerdo (no el olvido)
La sombra del silencio (nunca el ruido)
Donde acaba el más débil (no el más fuerte)
el que sueña que sueña (no el dormido)
el revés de la vida (no la muerte)
.....

(Fuente: Daniel Freidemberg)

Miguel Ángel Bustos (Buenos Aires, 1932 - 1976)

 



Volver a Góngora
encontrar piedras y oros.
Ir a San Juan de la Cruz
a la tierra húmeda y oscura.
Piedras y
tierras
negras bocas
paladares paladares.
Vivir con los nuevos
elementos las nuevas
leches los nuevos panes
la nueva herida comida
palabra ojo lengua de Machado.
Dureza y sonido
en la antigua madre claridad. 
 
*
 
(Fuente:  Eduardo J Espósito Vía Alicia Silva Rey)

Alfonsina Storni (Suiza, 1892 - Mar del Plata, 1938)

 

Versos a la tristeza de Buenos Aires 

 

Alfonsina Storni - Versos a la tristeza de Buenos Aires

 

 

 

Tristes calles derechas, agrisadas e iguales,

por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,

sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo

me apagaron los tibios sueños primaverales.


Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada

en el vaho grisáceo, lento, que las decora.

De su monotonía mi alma padece ahora.

—¡Alfonsina! —No llames. Ya no respondo a nada.


Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero

viendo en días de otoño tu cielo prisionero

no me será sorpresa la lápida pesada.


Que entre tus calles rectas, untadas de su río

apagado, brumoso, desolante y sombrío,

cuando vagué por ellas, ya estaba yo enterrada.

 

(Fuente: Biblioteca Ignoria)

 

Hugo Mujica (Avellaneda, Buenos Aires, 1942)

 Hugo Mujica

 
 
I.
La vida, la viviente, se inaugura, arde, cada día.
 
Toda a-parición es parto.
 
Lo esencial nace, es dado a luz, después vive. Lo posterior es historia, no ontología.
 
 Rodar, no punto inicial.
 
Proceso, no acontecimiento.
 Sombra.
 
Sobre la amplitud de un valle, valle sin vallas, apertura bajo lo abierto, nace el sol.
Tea fulgente.
 
Sobre el horizonte que enciende nace, bajo él, todo lo que estaba sin mostrarse, sin saber de su ser.
 
Cada día nace, encendiéndose, un mundo intacto.
 
Hacia adelante el vacío, el paisaje de toda aparición, el de 
la posibilidad pura, hacia atrás, el vasto silencio del ser.
 
Arriba y abajo lo único, lo posible.
 
La luz inicial que inicia.
 
El atardecer, como el alba, sólo necesita una estrella.
 
Iniciación de la luz: sentido. Sentido de un comienzo, emergencia 
de un sentido, origen.
 
Mito.
 
(No en su cenit. Saliendo o poniéndose el sol asombra,
maravilla.
Por oculto el misterio habla.)
 
Todo mito habla de la instauración de una realidad, de cómo algo se 
revistió de ser.
 
O, como el ser lo revistió, desnudándose él. Sustrayéndose.
 
Se va dejando: símbolo. Representación de una ausencia. Mitad perdida.
 
Despedida de todo encuentro.
 
El origen es verbo. Es originando: dejando ser. Ausentándose. Se ausenta irrumpiendo, oriundez vertical: abriendo el espacio que ausentándose regala.
 
El origen no es inicio: inicia.
Es iniciático.
 
Origen y mito se dicen separándose. No son lo mismo: el mito es la separación.
 
La diferencia en y de lo originado.
 
El origen es expresión: mito. El mito comunicación: fundación. 
 
El mito origina.
 
Origen desbordante, transgresivo y excesivo de sí mismo.
..
Gratuidad: sin por qué ni para qué.
(Razón o sin razón del milagro.)
 
Niñez. Ronda que juega, no anillo del tiempo. Sin desde ni hacia. 
Ni a partir de, ni en función de.
Olvido de sí.
 
El origen no responde más que a sí mismo. Se conjuga en sí mismo, 
desde sí: es, dijimos, gratuidad.
 
No utilidad.
 
Alba: anuncio y presencia.
 
Palabra inicial.
 
Relato de lo indecible. Lo que al decir es narración, ya no inicio. 
 
Tiempo, no instante.
 
Horizonte, no tajo.
 
Origen perdido. O encuentro: originar lo perdido.
 
Crear.
 
Nombrar. 
 
Lo callado
 
Agua en el agua.
 
Hay que traducir lo intraducible: lo que nunca fue
pronunciado.
 
La creación de lo imposible.
 
La palabra quebrada, el inicio.
 
(El vacío vaciado, pero de espaldas a la búsqueda: lo que
se calla.
 
La búsqueda, no su eco:
lo buscado.)
 
Agua en el agua, no lluvia.
 
O lluvia en la lluvia, no sobre las espaldas. 
 
 
II.
El origen se dice, su palabra original es el mito.
 
El mito dice al origen.
 
Al origen que se dice mito. Mito de origen: de fundación. Sobre esa palabra se fundamenta el mundo.
 
Las épocas, las culturas. También, cada hombre.
Y las palabras.
 
Origen de lo poético que es lo poético como origen.
 
Palabra o símbolo, que expresa una potencialidad del fondo 
inagotable del origen, del origen como lo inagotable.
 
Lo imposible.
 
Pero no lo imponderable.
 
El mito, como alba y niñez, no pasa. No es pasado, es hondura. 
Venero.
 
Hondura que aflora cuando encuentra espacio, para surgir: un hueco 
donde manar.
 
Relato de lo indecible (lo indecible no como lo que no se puede 
nombrar, como lo que pide ser escuchado), el mito busca una 
escucha donde exponerse.
 
Paradigma de la vida, busca un espíritu donde hacerse carne.
 
Desde y en donde inscribirse.
 
Labrarse realidad.
 
*****
Hugo Mujica - El mito, alba y niñez (fragmento)
 
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)

 

Alcira Fidalgo (Buenos Aires, Argentina, 1949-detenida-desaparecida en Buenos Aires el 4 de diciembre de 1977)

 Puede ser una imagen de 1 persona

 

DOS POEMAS

 

Hay ruido de motores
de gritos apagados.
Hay gente sometida
a la indefensa ternura del rebaño.
La sangre está quemando sus fronteras
porque hay un cerro que me llama.
Hay una casa abierta a los amigos
y un corazón en calma.
Hay tres rostros que miran desde lejos
y contemplan asombrados mi nostalgia.
 
***
 
 
Hace meses que los aguardo
a la sombra de una piedra.
Fija la vista en el horizonte,
atento el oído,
tenso el cuerpo, la espada lista.
Y no llegan,
¿En qué lugar de este mar
de arena y sol
se han perdido?
¿Dónde están?
 
¿Dónde están mis molinos de viento?
 
 
 
__________________________
en "Oficio de aurora", Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 2002. En la imagen, Alcira Fidalgo (Buenos Aires, Argentina, 1949-detenida-desaparecida en Buenos Aires el 4 de diciembre de 1977 / Facultad de Derecho-UBA).
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Henri Meschonnic (Francia, 1932 - 2009)

 

 

 

TRES POEMAS Y UNA REFLEXIÓN  

 

Trad.: Lab De Poesía.

 

el río soy yo en ti tú en mí
vertimos ahí los movimientos de nuestros sueños
cada instante nos abruma tanto
que colgamos todas nuestras palabras
de los árboles para abrirlas
para que marquen
nuestra ruta
y caminamos como dormimos
lo desconocido es nuestra voz
él nos lleva
presente arriba presente abajo
nosotros vamos
caos tras caos
—interminable mi río
día a día
 
***
 
imágenes nubes
cabeza de lluvia
el paisaje esta adentro
tengo colinas en mis brazos
el río
duerme en mis ojos
cuando me despierto tengo
pájaros en el cabello
 
***
 
hablo
para compartir el silencio
que empuja todas las palabras
sí como dicen
entender entender
lo que no dijiste
lo que los otros dirán
yo hablo
para transformar el silencio
así es como nos hablamos
cuando lo que decimos
no sofoca
este silencio
 
 
_____________
“Para el poema, reservo el supremo rol del ritmo en la constitución de sujetos-lenguaje. Porque el ritmo ya no es más, aunque algunos iletrados no se hayan percatado, la alternancia del pan-pan en la mejilla del metrista metrónomo. El ritmo es la organización-lenguaje del continuo del que estamos hechos. Con toda la alteridad que funda nuestra identidad. Vamos, metristas, no necesitan más que un poema para perder el equilibrio.
Porque el ritmo es una forma-sujeto. La forma-sujeto. Que renueva el sentido de las cosas, que es por él que accedemos al sentido del que tenemos que deshacernos, que todo a nuestro alrededor se hace de deshacerse y que, acercando esa sensación de todo en movimiento, nosotros mismos somos una parte de ese movimiento.
Y si el ritmo-poema es una forma-sujeto, el ritmo no es más una noción formal, la misma forma no es más una noción formal, la del signo, sino una forma de historización, una forma de individuación. Abajo la vieja dupla de forma y sentido. Es poema todo lo que, en el lenguaje, realice ese recitativo que es la máxima subjetivación del discurso. Prosa, verso, o línea."

 

(Fuente: Lab De Poesía)

Pierre Albert-Birot (nacido Pierre Albert Birot, Angoulême, Francia, 1876-París, Francia, 1967)

 

Puede ser una ilustración de 1 persona

 

 

¿QUIÉN LLAMARÁ A LA PUERTA DE LA CASA?

 

¿Quién llamará a la puerta de la casa?
Una puerta abierta entramos
Una puerta cerrada una guarida
El mundo late al otro lado de mi puerta
Dentro late mi corazón
Y mi cuerpo vaga
De un hábito a otro
A través de la soledad
Y el dolor y los sueños
Sin perturbar nada
Así que cuando por casualidad alguien del otro mundo
Recuerda
Y viene
Cuando entra piensa que estaba solo
Y encuentra que mi casa está ordenada
Entonces cuando esa cara ha salido al mundo
Y cierro mi puerta
Me miro en el espejo
Y encuentro mi soledad al filo de la navaja
Y mi silencio fresco
 
 
_______________________
en "Les Amusements Naturels", Denoël, París, 1945 / "Poésie 1945-1967", Rougerie, Mortemart, 1985. Versión de Eduardo Conde. En la imagen, Pierre Albert-Birot (nacido Pierre Albert Birot, Angoulême, Francia, 1876-París, Francia, 1967) por Man Ray, 1967 (Centre Georges Pompidou).
 
 
 

À la porte de la maison qui viendra frapper ?
Une porte ouverte on entre
Une porte fermée un antre
Le monde bat de l'autre côté de ma porte.
A l’intérieur mon cœur bat
Et mon corps se promène
D’une habitude à l’autre
Passant au travers de la solitude
Et des douleurs et des rêves
Sans rien déranger
Alors quand par hasard quelqu’un de l’autre monde
Se souvient
Et vient
En entrant on croit que j’étais seul
Et l’on trouve que ma maison est bien ordre
Puis quand ce visage s’est rejeté dans le monde
Et que j’ai refermé ma porte
Je me regarde dans la glace
Et je retrouve ma solitude à couper au couteau
Et mon silence frais
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Pablo Seguí (Córdoba, 1973)

 

EL BOCADILLO

 

Yo mismo me metí
en la boca del lobo. 
 
Mis días se volvieron
fríos colmillos grises 
 
a través de los cuales
no veo la salida. 
 
El lobo no perdona.
El mal recién comienza. 
 
(La Poesía busca 
la boca que más valga.
 
La mía fue valiente,
¿temeraria quizás?) 
 
 
Puede ser una ilustración
 
 
(Fuente: https://vocablosinejercicio.blogspot.com/.../el-bocadillo...)

 

Gabriel Pantoja (Córdoba, 1978)

 

 
Tengo un poema verde
y tengo un amigo melancólico
y tengo un perro largo
y a veces se me cruzan
el perro se tira sobre el campo
mi amigo toma gin tonic
el poema crece alrededor
del perro, son las siete
el poema habla de mi amigo
que se ha tirado dormido contra el vaso
que mira hacia la ventana el tren, las malezas,
las flores, tengo un poema que
acaba en flores y un amigo acabado en vaso
con un campo detrás
parecido a un horizonte
o con un campo alrededor parecido a otro horizonte
y llueve ahora alrededor de mi amigo
y en el perro llueve
y en las ventanas que mira mi amigo llueve también
y hay árboles debajo del agua ahora
debajo y atrás de mi amigo
mi amigo que toma gin tonic
mi amigo que tiene –mirémoslo- un poema adentro
como si ladrase en él un pasado verde
y cayese como un vaso
contra las flores

 

Charles Bukowski (Alemania, 1920 - EEUU, 1994)

 

«A la puta que se llevó mis poemas»

Traducción de Umberto Cobo




Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones
borrachos y enfermos
en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.
No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía.


(Fuente: Descontexto)


 

Hilda Hilst (Brasil, 1930 - 2004)

 

 

 

Les he pedido a todos que descansen

 

Les he pedido a todos que descansen
De todo lo que cansa y mortifica:
El amor, el hambre, el átomo, el cáncer.
Todo llega a tiempo a su tiempo.
Les he pedido a los chicos más sosiego
Menos risa y mucha comprensión para el juego.
El barco no es tren, el gato no es cascabel.

Quiero sentarme a leer en esta noche callada.
La primera vez que leí a Franz Kafka
Yo era una nena. (La familia lloraba.)
Quiero sentarme a leer pero el amigo me dice:
El mundo no soporta a tantos infelices.

Ah, cómo cansa querer ser marginal
	Todos los días.
Descansen, ángeles míos. Todo llega a tiempo
A su tiempo. También es bueno ser sencillos.
Es bueno no tener nada. Dormir sin desear
No ser poeta. Ser madre. Si no se puede ser padre.

Les he pedido a todos que descansen
De todo lo que cansa y mortifica.
	Pero el hombre

	No se cansa.

 

Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib

Jorge Guillén (España, 1893-1984)

 

"Hormiga sola"

 


 
 
 
Grande, negra, la hormiga
Se para, bulto inerme
Que de pronto se arroja con sus prisas
A un curso que ya nunca se detiene,
Y como atolondrada zigzaguea,
Corre más regresando y sin oriente,
Por el camino que ninguno busca,
Losas conquista y pierde,
Aumenta su negror con su veloz tamaño,
Veloz, veloz, a solas con su suerte.
 
 

Jorge Guillén, incluido en Faunética. Antología poética zoológica panamericana y europea  (Instituto Caro y Cuervo, Santa Fe de Bogotá, 1999, selec. de Víctor Manuel Patiño, trad. de Mauro Armiño).
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924-Milán, 2006)

 

de "noche oscura del cuerpo"










 

Cuerpo enamorado



Miro mi sexo con ternura
Toco la punta de mi cuerpo enamorado 
Y no soy yo que veo sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el remanso y ríe
Amo el espejo en que contemplo
Mi espesa barba y mi tristeza
Mis pantalones grises y la lluvia
Miro mi sexo con ternura
Mi glande puro y mis testículos
Repletos de amargura
Y no soy yo que sufre sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el espejo y llora.

~

Cuerpo anterior



El arco iris atraviesa a mi padre y mi madre
Mientras duermes. No están desnudos
 Ni los cubre pijama ni sábana alguna
Son más bien una nube
En forma de mujer y hombre entrelazados
Quizás el primer hombre y la primera mujer 
Sobre la tierra. El arco iris me sorprende
Viendo como lagartijas entre los intersticios
De sus huesos y mis huesos viendo crecer 
Un algodón celeste entre sus cejas
Ya ni se miran ni se abrazan ni se mueven
El arco iris se los lleva nuevamente
Como se lleva mi pensamiento
Mi juventud y mis anteojos.

~

Cuerpo secreto



Levanto una mano
A la altura del ombligo y con la otra 
Sostengo el hilo ciego que me lleva
Hacía mí mismo. Penetro en corredores tiernos
Me estrello contra bilis nervios excrementos
Humores negros ante puertas escarlata
Caigo me levanto vuelvo a caer 
Me levanto y caigo nuevamente
Ante un muro de latidos
Todo está lleno de luces el laberinto
Es una construcción de carne y hueso
Un animal amurallado bajo el cielo
En cuyo vientre duerme una muchacha
Con una flecha de oro
En el ombligo

~

Cuerpo de tierra



Todo lo que veo sobre la tierra
Me convence que jamás seré un hombre  
Ni una mujer ni una hormiga
Y ni siquiera una persona educada
 No me corto el pelo ni la barba
Sino cuando el cielo me lo pide
El cocodrilo es mi hermano querido
Las cucarachas mi única familia
Comparto con las yerba y con el sapo
El amor a la lluvia con la araña el arte
De levantar castillos de saliva
Así avanzo avanzo todavía
Generalmente en cuatro patas
Encima de dos zapatos
O debajo de un sombrero

~

Cuerpo de papel



Escribo orejas solamente orejas
 No sé por qué pero no es  
No sé por qué pero no escribo uñas 
Ni corazón ni pestañas
 No sé si escribo o si tan sólo respiro
Ya no distingo entre el invierno
Y la blancura del papel
Y cuando arroja a la chimenea
Esta página vacía
¿Se quemarán también mis dudas
Mis orejas y mis uñas
Rodarán hechos cenizas
Mi corazón y mis pestañas?

~

Último cuerpo



Cuando el momento llega y llega
Cada día el momento de sentarse humildemente 
A defecar y una parte inútil de nosotros
Vuelve a tierra
Todo parece más sencillo y más cercano
Y hasta la misma luz de la luna
Es un anillo de oro
Que atraviesa el comedor y la cocina
Las estrellas se reúnen en el vientre
Y ya no duelen sino brillan simplemente
Los intestinos vuelven al abismo azul
En donde yacen los caballos
Y el tambor de nuestra infancia

***
 Noche oscura del cuerpo. Lima: Jaime Campodónico, 1996.

 

(Fuente: La comparecencia infinita)

jueves, 30 de enero de 2025

Daniel Quintero (Buenos Aires, 1957)

 

 
El poeta que murió anoche
me dejó de herencia
una resma de papel A4
extra blanco 75 grs. 
 
"aquí está toda la poesía
que no alcancé a escribir"
me dijo. 

Joseph Brodsky (San Petersburgo, 1940-Nueva York, 1996)

 3 poemas de Joseph Brodsky

Esta antología demuestra que Joseph Brodsky tuvo la inmensa suerte de ser bilingüe. Porque sus poemas son la prueba de que, gracias a esa diglosia, pudo revitalizar con singular desenvoltura el lenguaje heredado, así como elevar su poesía a una forma particular de metafísica.

En Zenda reproducimos tres piezas de Poemas escogidos (1962-1996), de Joseph Brodsky (Siruela).

***

Cerca de nuestro fuego, aquella noche…

 

«El cielo oscuro aligeró sus pasos
y no pudo fundirse con la sombra».
Cerca de nuestro fuego, aquella noche,
fue cuando vimos al caballo negro.

No puedo recordar nada tan negro.
Sus patas eran como unos carbones.
Del color de la noche, del vacío.
De la crin a la cola, todo negro.
Pero en su lomo sin montura había
un color negro un poco diferente.
Se quedó inmóvil. Como si durmiese.
Sus oscuras pezuñas asustaban.

Era tan negro que no daba sombra.
Nada había que fuese más oscuro.
Tan negro como espectro a medianoche.
O como el interior de alguna aguja.
Tan negro como el bosque ante nosotros,
o un lugar en el pecho, entre costillas;
hueco en la tierra para la simiente.
Lo negro habita dentro de nosotros.

Sin embargo, ¡sus ojos eran negros!
Los relojes marcaban medianoche.
No dio siquiera un paso hacia nosotros.
En sus ancas, la oscuridad sin fondo.
No se podía distinguir su lomo,
ni un destello de luz por ningún sitio,
solo el brillo azabache de sus ojos
y esas pupilas fijas, tan extrañas.
Era como lo negativo de alguien.

¿Por qué entonces detuvo su carrera
y estuvo con nosotros hasta el alba?
¿Por qué no se apartó de nuestro fuego?
¿Por qué el aire sombrío, enrarecido?
¿Por qué crujieron las oscuras ramas
y una luz negra brotó de sus ojos?

Un jinete buscaba entre nosotros.

[1962]

 

***

Einem alten Architekten in Rom (II y X)

 

II

La llovizna pellizca las hojas, los pedruscos,
la cresta de las olas. En su lengua burlona,
va murmurando el río, con peces aturdidos
que miran hacia abajo desde la barandilla
del puente, como si los hubiese arrojado
alguna onda expansiva. (Una marea sin marcas).
En su malla de acero, una carpa reluce.
Los árboles susurran frases en alemán.

X

No importa si una grieta ha comenzado a abrirse
entre tus sentimientos, o si tras la tristeza
lánguida estaba el miedo o un foso de maldad.
Porque en esta era atómica en que las rocas tiemblan
solo podrán salvarse los muros del hogar.

Se funden corazones con esa misma fuerza
que los mantiene unidos a un destino mortal.
Y tiemblas al oír que te dicen «¡Cariño!».

[1964]

***

1 de enero de 1965

 

 Esta noche los Reyes olvidarán tus señas.
No habrá ninguna estrella que brille sobre ti.
Y tal vez solo puedas escuchar el aullido
ronco de la ventisca, como en los viejos tiempos.
Descargarás la sombra de tus hombros cansados
y apagarás la vela, justo antes de dormir.
Porque este calendario tiene muchas más noches
que velas disponibles.

¿Qué es esto? ¿La tristeza? Quizás sea la tristeza.
Esa vieja canción que sabes de memoria.
Que se va repitiendo. Deja que se repita.
Y déjala que vuelva a suceder de nuevo.
Y que suene también en la hora de la muerte.
Como agradecimiento de los ojos y labios
hacia aquello distante que a veces nos obliga
a entrenar la mirada.

Y contemplando el techo, te quedas en silencio:
el calcetín, colgado, exhibe su vacío.
Entiendes finalmente que tanta mezquindad
es solo garantía de que te has hecho viejo.
Que es demasiado tarde para creer en milagros.
Y al alzar tu mirada hacia el oscuro cielo
de pronto te das cuenta de que hoy el más sincero
regalo eres tú mismo.

[1965]

—————————————

Autor: Joseph Brodsky. Título: Poemas escogidos (1962-1996). Traducción: Ernesto Hernández Busto. Editorial: Siruela.

BIO

Joseph Brodsky (San Petersburgo, 1940-Nueva York, 1996) fue procesado por «parasitismo social» en 1964 y condenado a cinco años de trabajos forzados. Gracias a la intercesión de varios intelectuales, cumplió solo una parte de la pena, pero en 1972 acabó expulsado de la Unión Soviética. Tras dos breves estadías en Viena y Londres, se instaló en Estados Unidos, donde impartió clases en varias universidades y obtuvo una nueva nacionalidad en 1977. En 1987 recibió el Premio Nobel de Literatura.

 

(Fuente: Zenda Libros)

Henri Michaux (Namur, Bélgica, 1889 - Paris, 1984)

 

Etapas

Henri Michaux - Etapas

 

 

 

Antes tenía mi desgracia. Los dioses malignos me la quitaron. Pero entonces dijeron: “En compensación, vamos a darle algo. ¡Sí, sí! Es absolutamente preciso que le demos algo.”

Y al principio, yo no vi más que ese algo y estaba casi contento. Sin embargo me habían quitado mi desgracia.

Y como si eso no bastara me dieron un balancín. Y yo, que había dado tantos pasos en falso, me puse contento; en mi inocencia, me puse contento. El balancín era cómodo, pero saltar se volvió imposible.

Y como si esto no bastara, me quitaron mi martillo y mis herramientas. El martillo fue reemplazado por otro más liviano, y éste a su vez por otro más liviano todavía, y así sucesivamente, y mis herramientas desaparecieron una tras otra, incluso los clavos. Cuando pienso en la manera en que lo hicieron, todavía hoy me quedo boquiabierto.

Luego me quitaron mis trapos, mis botellas rotas, todos los residuos.

Entonces, como si eso no bastara, me quitaron mi águila. El águila tenía la costumbre de posarse sobre un viejo árbol seco. Y lo arrancaron para plantar árboles verdes y vigorosos. El águila no regresó.

Y se llevaron además mis chispazos.

Me arrancaron las uñas y los dientes.

Me dieron un huevo para empollar.


Versión: Silvio Mattoni

 

(Fuente: Biblioteca Ignoria)

 

Alejandro Méndez Casariego (Buenos Aires, 1952)

 Puede ser una imagen en blanco y negro de 1 persona y estudiando


DOS POEMAS




(Tristán)

 

Tristán nació de Loba
la doberman mayor del Coronel;
era una bola movediza
de pelo negro
Nunca habíamos visto
nada tan tierno como sus movimientos
reptando hacia las tetas
sus ojos cerrados en un placer
que nada puede reemplazar
 
caía luego en la modorra de los hartos
 
A los seis meses le cortamos la cola
y las orejas
porque así se estilaba
 
Lo amamos, esos días, como a nada o a nadie
Nos levantábamos temprano
tan sólo para verlo
estirarse en la cucha
frotarse el hocico en nuestras manos
y volver a su posición de ovillo
 
Antes de que cumpliera el año
se lo llevaron con mentiras
no nos dijeron dónde
y fue para nosotros
algo muy parecido al fin de todo
Tiempo después
fuimos a la casa de amigos
del otro barrio, el que estaba en el bajo
pegado al regimiento
 
Esas casas eran todas iguales:
las mismas celosías de madera
pintadas de un verde que llamaban militar,
galería de tejas, columnas de madera
canteros con prolijas margaritas
como para mostrar que éramos gente
parecida a toda la demás
De pronto oímos un sonido
metálico y agudo
como un desplazamiento
de acero sobre acero
y un pesado golpear de patas
trotando sobre el césped
Cuando alzamos la vista
un animal enorme, oscuro
con ojos como llamas
el hocico fruncido liberando los dientes
emitía el farfeo contenido
de las bestias a punto de saltar
Su expresión era de un odio tan extremo
que nos dejó sin aire
 
Lo reconocimos por una marca
que le había quedado en la oreja
en un error del corte
y una manchita más clara sobre uno de los ojos
No hemos podido
-es difícil- olvidar
ese momento en que el amor más profundo
se convierte en el peor de los miedos.
 
*****
 
 

 

Carta de Tu Fu a Li Po

 

Hay algunos temas que te exceden, señor;
 
es hora de que lo reconozcas.
Mírate al espejo
y descubre en tus rasgos el retrato
que acabas de pintar
con la mano oblicua y el ojo enmarañado.
 
Hay temas que te exceden
 
por falta de humildad,
otros por aquello que el oficio niega,
por lo que obstruye el rencor
o carcome la envidia.
 
Tu talento se estrella contra un muro más alto
 
que no fuiste capaz de imaginar,
tus recursos de fuego no son inagotables,
ni eres tan astuto como el escorpión
que te sirve de emblema.
 
Toda soberbia se ahoga en el olvido
antes de que sus filos
alcancen a hacer mella,
porque sus aceros son corruptos de origen,
fueron labrados con desdén
 
con material espurio
y en fragua equivocada.
 
Vuelve entonces a la vieja querencia
olvida el residuo vicioso de los años
y mira al mundo de nuevo
con los ojos más limpios
como si lo vieras por primera vez.
 
***
 
(Fuente: Tema: Poesía)

 

Martín Adán (Lima, 27 de octubre de 1908 - Lima, 29 de enero de 1985)

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Allegro vivace 

(Op. 51)

 

 

Aus tiefem Traum bin ich erwacht.
Die Lust wil Ewigkeit!
Nietzsche
 
...mais rendre la lumière
Suppose d’ombre une morne mottié
Valéry
 
 
‒Ninguno aspira más que a noche y fuego;
Que el Poeta se engañaba o te mentía;
No quiere ser eterna tu alegría,
Sino besar la boca, y nada luego.
 
‒Es por tiniebla y tino de tu ciego...
Ninguna luz y dios... y así echa el día,
Cual vitre que refracta en la ardentía,
O ríe que refringe en el aniego.
 
‒Tiento y tierra... no neón que el mundo labra
De eterna luz... ni pasmo ni palabra
Es... medido marfil, mujer o piano...
 
‒Es pos, noctívaga, de temple a sueño,
Y en tu solera, soledad de humano
Combusto, enciende de hembra, lar y leño...
 
 
.
De: «𝘛𝘳𝘢𝘷𝘦𝘴í𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘹𝘵𝘳𝘢𝘮𝘢𝘳𝘦𝘴 (𝘚𝘰𝘯𝘦𝘵𝘰𝘴 𝘢 𝘊𝘩𝘰𝘱𝘪𝘯)» (1950)
Ramón Rafael de la Fuente Benavides fue un poeta peruano 🇵🇪

 (Fuente: Grover González Gallardo Poesía)

W. H. Auden (Wystan Hugh Auden: Reino Unido, 1907 - Viena, 1973)


 

 

Si pudiera decírtelo


No dirá nada el tiempo, pero yo te lo dije,
el tiempo solo sabe el precio que tenemos que pagar;
si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
 
Si debiéramos llorar cuando los payasos ofrecen su espectáculo,
si debiéramos tropezar cuando los músicos tocan,
no dirá nada el tiempo, pero yo te lo dije.
No hay buenaventuras que echar, sin embargo,
 
porque te quiero más de lo que pueda decir,
si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
Los vientos deben venir de alguna parte cuando soplan,
debe de haber razones por las que las hojas se marchitan;
 
no dirá nada el tiempo, pero yo te lo dije.
Quizás las rosas quieren crecer realmente,
la visión intenta, en serio, permanecer;
si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
 
Supón que todos los leones se levantan y se van,
y que todos los arroyos y soldados huyen;
¿no dirá nada el tiempo, pero yo te lo dije?
Si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
/
Trad. Margarita Ardanaz

 

(Fuente: Cecilia Pontorno)