viernes, 20 de diciembre de 2024

Hermenegildo Sábat (Montevideo, 1933 - Buenos Aires, 2018)

 

Dos textos poemáticos


 
 
 
Solo de batería
 

La orquesta de Count Basie era escuchada todas las noches
en  un boliche de Kansas City (Missouri), ciudad precursora  de 
Las Vegas, que atraía y estimulaba diversas deformaciones del 
vicio. La motivación nocturna de Parker consistía en concurrir al 
Reno Club y admirar al magnífico saxofonista Lester Young. 
No se conformó con ese privilegio. Quiso probarse, ignorante
de tonos, semitonos y cualquier otro fundamento musical. 
Conocía de oído dos temas y creyó que soplando su saxo alto 
tenía garantido un diploma de músico. No advirtió sus
limitaciones. Tampoco preguntó. Se largó a tocar delante 
de maduros instrumentistas. El gran baterista Jo Jones no 
lo perdonó arrojando uno de sus platillos que cayó de manera
poco gentil delante de sus pies. Ese gesto y la humillación
que provocó cambiaron la vida de Parker y de buena parte de la 
historia de la música. Encerrado durante ocho meses aprendió
todos los ejercicios, todos los tonos y semitonos, incluso
aquellos que nunca se usan. Cuando regresó a la luz para
especial alegría de sus vecinos, que amenazaban echarlo,
despidió a un inocente despistado y devino un genio, que
apenas fue el mejor saxofonista.


Persuasiones

Charlie vivió corriendo, casi siempre fundido y pedía prestado
dinero que raras veces devolvía. Otro recurso repetido
fue la visita a casas de empeño donde liquidaba su saxo alto
para financiar sus adicciones. Algunos se sintieron dichosos
de haber sido estafados. Charlie Mingus fue
más pragmático. Lo amenazó: "Si no me devolvés lo que te di,
te cago a patadas."
 

En El pájaro murió de risa. Una interpretación gráfica de Charlie Parker, Universidad de Quilmes, 2007

Más poemas de Hermenegildo Sábat en Otra Iglesia Es Imposible, Al Pial de la Palabra
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Foto: Argent Jazz/EFE
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)

 

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