¿ Y si la belleza,
la probidad,
la inducción y la suposición,
la verdad,
el paso del hombre
el valor, el alma,
la crematística
o el adormecimiento
de la significación
no fueran
más que ladrones arracimados
en demostrar
un sentido común que no es,
una experiencia trunca,
una clandestinidad del yo
que habita fuera del cuerpo
y las nociones básicas
que el dolor y el infortunio
nos engarran desde la espalda?
- Inédito-
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