No dudes
Si de repente, inesperadamente, sentís alegría, no dudes. Entregate a ella. Hay un montón de vidas y ciudades enteras destruidas o a punto de serlo. No somos sabios, y rara vez amables. Tantas cosas no tiene redención. Y aún así, a la vida todavía le queda alguna posibilidad. Tal vez sea su forma de resistir, que a veces pase algo mejor que toda la riqueza y el poder del mundo. Podría ser cualquier cosa, pero es muy probable que lo adviertas al instante en que empieza el amor. De todos modos, suele ser así. De todos modos, sea lo que sea, no temas su abundancia. La alegría no se hizo para ser una migaja.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
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