¿Y si la vida
no fuera garcilasa
sino una sucesión
de antidepresivos,
antipsicóticos,
antimufas,
yuyitos pal pubis,
médicos, coachs,
neurocientíficos,
curanderas,
dietas,
furia gimnástica,
maquillajes
y toda esa sábana
de sanadores
y precauciones,
no seríamos acaso felices
con nuestra cara de simios
arrogantes
y dejaríamos la crueldad
que aflore
y arranque ojos,
ojos y lenguas
como si nada?
- Inédito-
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