lunes, 19 de junio de 2023

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

Y esperamos la foto de Korda
con un librillo de 54 páginas
apretado contra el pecho,
a modo de escudo y gracia,
que hará las delicias intemporales
en la desechable
historia de la literatura,
ese compilado egoísta,
enrevesado y confuso,
no necesario así.
Esperamos los 1000 seguidores,
bueno...2 o 3,
las 400 ediciones
de los Collected Poems,
y toda esa ringlera vocinglera
ferial y dominial.
Bah, un vaso de vino blanco
y una empanadita,
el texto de culto para incultos,
una frasecita que la pegue,
una dedicatoria,
un mesón de adulones bolicheros,
una palmada porcina
y el "andá a cagar",
trofeo.
Y hete aquí,
nuestro lenguaje
entre sagrado, profano,
huachiturro y escombrero,
brutal y delicado,
sume el adjetivo que prefiera;
hete aquí,
en partes desiguales,
digamos pal rosquete,
devaneos, urdimbres,
gatuperios, insomnios, adicciones,
platos estrellados, una pared abollada;
¡oh, un reportaje!,
¡el reconocimiento!,
infladitos, humilditos,
en guardia, a los guiños,
sobradores, mediditos.
Y guay si tocamos de refilón o jeta
a un batracio real,
mitificado y endomingado.
Guay.
Pongamos Rilke,
ese extraño capo sonoro,
ese ermitaño neura
que intenta, y nos intentan,
con la vieja farsa del don.
Chau, ¡al pozo que susurra el olvido!
Pongamos Saramago,
cínico estalinista y su agrio catecismo,
camuflado el kiosquito burgués,
enhebrando las pelotitas de la derrota.
Y aquello, verbigracia,
de que los ateos son tolerantes
y los creyentes no. La Inquisición,
la celda sin ventanas, bueno, esas cosas.
Claro, no hace desfilar a los corderitos
out of God:
Lenin, Stalin,Mao,
Pol Pot y su Kampuchea Democrática,
Abimael Guzmán,
el atorrante de Daniel Ortega
conferenciando tongos
con una foto gigante de Rubén Darío
a sus espaldas,
etcétera.
Pongamos el dirty showman de Bukowski,
oh, recontra oh,
-en mi Facebook, fechas: 10/11 al 9/12/22,
¡Borges, 34, el teutón callejero, 29 likes!,
oh, la perla en contramano;
pongamos a Pizarnik,
guay de guayes,
isla insalubre,
dejémosla en paz, please,
a fuer de aburridos,
hizo lo suyo, ¡y cómo!,
en paz,
por aquello tan simple:
"entre mejor eleva su voz el poeta
más fútil parece el lenguaje";
pongamos Benedetti:
simplista y moralista cubanoide
y sus ansias funcionales;
a Heraud endiosado,
objeto de burla de sus machistas
acompañantes de guerrilla,
labrando un río que venía de Machado;
a tantos poetas progres y de los otros,
que echan pestes anticapitalistas,
turistones en La Habana o Pionyang,
desde el balconcito del hotel, nomás,
que viajan,
tienen pasaportes multisellados,
habitan ciudades puercoburguesas
y aprovechan los "Sale off 30% hoy",
a la par de los chanchos ricachones,
pero que cultivan el dedo pontífice
de la revolución, oh, tres oh,
la frente limpia que mojigatea
y relaja el proletario angustiado
de sus corazones;
pongamos aquel crítico feroz
hasta el hartazgo,
un colón que encontró
tantos pero tantos agujeros en el culo,
desde París o Helsinki,
nunca un mate
con un toba o un mataco,
jamás la miseria del rancherío,
nunca en la Laguna del Rosario,
con huarpes que bailan cumbia
y reguetón;
y peor aún,
léase y créase,
esto es el fin,
"Sin Corman McCarthy -ahora que se fue-
nos vamos quedando más solos." ¡!
Y así con ampollas y juanetes,
con godos y celtas,
paisanos y moros,
a cada arte su parte
y a cada terrón disuelto
en azúcar negra, templo y nave,
tanto de anchura
como fachada.

- Inédito -

 

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