jueves, 25 de junio de 2020

W.H. Auden (Reino Unido, 1907 - Austria, 1973)







La Ley como el amor


La Ley, dicen los jardineros, es el sol,

y la Ley es aquel

a quien los jardineros obedecen

mañana, hoy y ayer.


La Ley es la sabiduría de los ancianos,

abuelos impotentes que riñen sin aliento;

sacan su lengua bífida los nietos:

la Ley son los sentidos de los jóvenes.


La Ley, afirma el clérigo con ojos clericales,

echando su sermón a los seglares,

la Ley son las palabras en el libro sagrado

y la Ley es mi altar y mi espadaña;

la Ley, afirma el juez ajustando sus lentes,

hablando clara y muy severamente,

la Ley es como ya les dije,

la Ley es como saben que supongo,

la Ley es pero déjenme explicarlo,

pues la Ley es La Ley.


Pero escriben doctores legalistas:

la Ley no es lo correcto ni lo erróneo,

la Ley son solo crímenes

castigados en ciertos momentos y lugares,

la Ley son los ropajes que viste el ser humano

aquí y ahora,

la Ley es Buenos días y Hasta luego.


Otros dicen, la Ley es el Destino;

otros dicen, la Ley es el Estado;

otros dicen y dicen

que la Ley ya no existe,

que la Ley se ha esfumado.


Y siempre la ruidosa y airada multitud,

muy airada y muy ruidosa:

la Ley somos Nosotros,

y siempre el necio Yo que insiste débilmente.


Si nosotros, querido, no sabemos

más que ellos de la Ley y lo sabemos,

si tú, al igual que yo,

no sabes bien qué hacer o qué no,

salvo aceptar con todos

alegre o tristemente

que la Ley es y existe

y que todos lo saben,

si absurdo me parece, por lo tanto,

equiparar la Ley a otra palabra,

a diferencia de otros hombres

no sabría decir la Ley es Esto,

igual que no podemos cancelar

el deseo global de adivinar

o escurrirnos de nuestra posición

hacia una condición despreocupada.


Aunque al menos haré

que nuestra vanidad

declare con tibieza

un tibio parecido

del que luego jactarnos:

como el amor, sentencio.


Como el amor no sabemos ni dónde ni por qué,

como el amor no podemos forzarla ni ignorarla,

como el amor lloramos a menudo,

como el amor rara vez la guardamos.
 En  Cuarenta poemas

Traducción y prólogo de Jordi Doce

Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2020
(Fuente: Jordidoce.blog)

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