domingo, 21 de junio de 2020

Juan Cristóbal Mac Lean (Bolivia, 1958)



Canto de la vaca que trota porque sí


Los campos de Dios, tu
mano, tu mano que no lleva guantes
el alfa alfa turbia de la verdad
ese casco que insistente miro
buscando el doble fondo de la tierra
mientras los belfos me ven
ascender por las praderas.

Luego espantada caigo
………………….de los cielos
Me rompo el lomo en tierra.

Soy un animal
apenas una vaca prometida al holocausto
y tonta
contemplando las praderas.

Solo quedan mis ojos grandes
mis pestañas grandes.

Esta contemplación sorda, constante, inacabable,
……….propia de una vaca.

Y ruedo entera yo,
………..Otra vaca
Otra cabeza de vaca
soñando
que trotaba.

No sabría reunir la colección
de mis pedazos, apenas se nubla tienden a confundirse,
a mezclarse con barros y lenguas:
así a veces
confundido con los animales
o yo mismo mi propio animal en silencio
quedo ante ellos
como frente a un corral abierto en estampida,
escudriñándolo sin solución
sin registro civil.

Ejercicio de reunir
………………….de recordar mi nombre
callado entre los almácigos.










Viva Buda




en vez de tener una sola camisa
tengo cientos de corbatas
cajones atestados y roperos
varios guatos de zapato enormes espejos
me visto muy bien
me visto muy bien lo repiten
las tiernas lavanderas
que en turnos diurnos y nocturnos
lavan mi ropa

antes de dormirme apago melancólicos cigarrillos
en mis sábanas trajinadas
y al verme las jóvenes costureras
que en turnos diurnos y nocturnos en vano
las remiendan lloran emocionadas
preguntándome cómo he dormido

en vez de tener una sola camisa
tengo cientos
cientos de camisas que varios diáconos
exactamente en los turnos arriba mencionados
bendicen en aguas consagradas y demás inciensos

sobre todo me gusta ver y he de decirlo
aunque desdeñe toda confidencia
me gusta ver mi ropa secándose al sol
qué hermoso espectáculo
hasta donde se pierda la vista
tantos techos balcones antenas de t.v.
y hasta estaciones ferroviarias canchas de fútbol
que he tenido que alquilar por los barrios
de las lavanderas tan tiernas
de las costureras tan jóvenes
que me visten emocionadas

¿qué si soy feliz?
—me preguntan sabios venidos de todas partes

pues claro que lo soy

y precisamente sépanlo de una vez:
la camisa del hombre feliz
esa famosa camisa
yo se la presté
y a veces buda en persona
viene a mirar conmigo
el paisaje
el paisaje
de mi única
camisa
secando al sol

—vaya,
me dice buda
lacónicamente
: qué bonitas camisas

maestro
tómame
tómame
la que quieras

aquella, me dice
esa de allá






(Fuente: Jampster)

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