domingo, 6 de abril de 2025

Victoria Viola (Buenos Aires)

 

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LADRILLERO

 

Él no me recuerda. Yo sí. Me vendió los adobes para el rancho. Pasaron años y no recuerda.
Caminamos juntos bajo la luz absoluta. Bordeamos el cementerio. Nuestras voces son ínfimas partículas.
"Vea usté, aquí se cuenta puros cuentos de aparecidos, son cuentos de nadita, no más eso. Yo sigo trabajando, a mi edad"
Nos detenemos. Tomaré un atajo por Las Chozas para salir a la ruta. Nos saludamos con afecto pueblerino.
Mirándome despacio me dice: “Cecilio, señora, así me ha bautizado mi santa madrecita" No le digo que lo conozco, no deseo ofrendarle su olvido.
"Sigo para allá vea, ahí, bien cerquita, está la cortada de ladrillos.
Lo veo irse devorado por la luz con su cuerpo lento, y pienso "le ha atardecido la vida a don Cecilio."
*****
 
 

 

TOPONIMIA

 

Alejado de toda orilla, en el centro de la isla Martín García, respira el Desierto Intangible.
El río duerme, desespera en Los bajos del Temor.
Todo es lejos en la Cuesta de la Viuda. La propia vida también. Uno abandona algo de sí antes de llegar al manto del cielo, a la cosecha de piedras.
Ola de viento, fuerte, insistidor. Los guanacos hacen fantasmas de polvo entre la luz llevados por el espanto. Y la ola te arrastra en la ardida Pampa del Gualicho. Y se duda de la vida que creemos sujeta a la carne.
¿Dónde se nace?
En todos estos lugares estuve.
No recuerdo el regreso.

 

(Fuente: Tema: Poesía)

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