Milagro al revés
De vez en cuando no vendría mal un milagro al revés que desnude el lenguaje y lo haga esperar apenas un minuto: sólo la copa con el vino adentro: un sacramento que se niegue a todas las multiplicaciones y recupere, así, la única hogaza y el pez único.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
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