Dos poemas

Este limón
Este limón, lo sé,
cifra en su óvalo apretado
una respuesta.
¡Alforja de agua y vidrio,
mansión
del jeroglíficio!
De su millar de labios
manan
sólo esdrújulas.
No lo entiendo,
su lengua es atropello
y garfios.
Me observa.
No es fácil sostener
tal iris.
Me desespera,
pica, me instiga
y no se calla.
No conoce la calma
este panal de luces:
lo que sabe lo enciende.
¿Qué preguntarle al erudito
bizco
e iracundo?
Este limón me está gritando,
tira de mis patillas,
desenvaina un sable.
Su acero zigzaguea,
me hiere los meñiques:
ha mordido mi lengua.
¿Qué quieres, arrogante?
¿Por qué demueles a punzadas
esta calma?
Acerco el oído,
el codo,
lo escucho con las puntas.
Limón limón,
turbia
chispa del aire.
Limón,
tupida
insinuación.
Devuélvete girando
hacia la médula,
concéntrate.
Oh agrio
mi indescifrable amigo,
olvídame y olvídate
Tango del miope
Soy miope incluso cuando gasto gafas,
porque olvidé el perímetro,
porque me quedo con el centro de un volumen.
Los empellones de la gente
me transportan,
y tan incierto es mi destino como un rostro lejano.
De cerca veo mejor,
pero mis ojos quieren la escritura
de los pájaros.
Mis ojos quieren de los árboles más altos
la nervadura de una hoja
transparente.
No sé por qué –y eso me angustia–
acudo siempre al mango del cuchillo,
nunca al filo.
Si al sol quería de niño dibujar
lo hacía representando
la inmediatez de un orbe acalorado.
Incluso con anteojos no distingo
la urdimbre de los días
que se acercan.
No puedo o no sé leer los argumentos
de una historia.
Soy un lector de actos.
Todos los días me desengaño un poco
al acercar frente a los ojos
algo que era mejor cuando era vago.
Julio Trujillo (Ciudad de México,1969 -Sennen, Inglaterra, 2025), Una Antología, Material de Lectura n° 210, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2016
---Foto: Tania Carreño King/CNL-INBA
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
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