jueves, 24 de abril de 2025

Pablo Anadón (Córdoba, 1963)

 

Puede ser una imagen en blanco y negro de 1 persona, barba y zarza

 

 

DOS POEMAS



Releyendo la correspondencia
de Rilke, Tsvietáieva y Pasternak
Las tres de la mañana, todavía
A la luz de la lámpara, leyendo
Cartas escritas hace casi un siglo:
Bajo la tierra, tanto tiempo atrás,
 
Quedó lo que sintieron, apagado
Caleidoscopio milagroso, solo
E irrepetible. Pero en sus palabras
Te reconoces, como en un retrato
 
Fraterno. Es tarde. Todavía esperas
Una carta, también, que no vendrá.
Detrás de la ventana, allá en las sierras
Que abrazaron tu infancia, suenan truenos
 
Que ruedan, como Sísifo, el peñón
De vida, muerte, tiempo, historia,
Eternidad. Ya caen en los vidrios
Algunas gotas, como si llegaran
 
De aquellos ojos, sobre tus mejillas,
Cálidas gotas, de dolor tal vez
O de alegría —o de indecible, al fin,
De ahogada, incomprensible absolución.
 



RELEYENDO A KAVAFIS

 

Hundido en una vieja reposera
De vuelta del trabajo, con la hora
Silenciosa regresa lo que fuera
Su vida alguna vez. ¿Aún la añora?
Es tarde y está solo. Bebe, fuma,
Hojea un libro, lo abandona, bebe
Un sorbo más, se pone en pie… Se esfuma
Lejana, turbia, la ciudad. Ya llueve.
Resuena el agua en las baldosas, trae
Un eco de los días de placer:
Todo lo dio por una sensación
Soñada y realizada. En calma, cae
La lluvia. Hizo sufrir. No halla perdón.
Olvido busca: no sentir, no ser.
 
 
(Fuente: Tema: Poesía)

 

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